Si al menos 2017 fuese un año de transición, podría inferirse que Córdoba camina hacia algo, hacia algún objetivo que más tarde podría hacerse efectivo. Así sería más fácil aceptar el maltrato que los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y antes los de la Junta de Andalucía, han proporcionado a esta provincia, que en la última década no solo aparcó o peloteó de un año para otro los escasos proyectos que tenía en marcha, sino que carece de objetivos claros para enfocar el futuro. ¿Qué quiere Córdoba? ¿Qué quiere su provincia, pero qué quiere su capital, enredada una y otra vez en las mismas cosas, sin dar pasos al frente y con cada grupo político o de presión dedicado a impedir que salga adelante cualquier propuesta del contrario?

No, no parece un año de transición. Parece otro año perdido. Ha llegado el proyecto de los PGE y parece de risa. Córdoba es la provincia española que menos inversión recibirá por habitante. Y los dirigentes del Partido Popular (PP), en vez de proponerse aumentar las dotaciones, explican que son presupuestos solo para medio año y centran sus comparecencias en echar en cara al Ayuntamiento de la ciudad el dinero que ha perdido por no gastarlo a tiempo. Esto último corresponde al portavoz del PP, José María Bellido, que puede con los datos en la mano hacer una crítica dura al gobierno local, pero eso no es suficiente.

«Y tú más», la frase de siempre… ¿Qué le aporta esa conclusión a Córdoba, a sus ciudadanos, a sus jóvenes en paro? Isabel Ambrosio, alcaldesa de la ciudad, califica las cuentas del Estado de «un auténtico desprecio a Córdoba». Efectivamente, eso parecen, pero para combatir ese desprecio no bastan las valoraciones ni las frases. Habrá que presionar, que negociar, que hacerse valer, que conseguir torcer un poco el brazo a ese desprecio.

LAS COMISIONES // Ambrosio creó tres comisiones de expertos para que de ellas salieran propuestas con las necesidades y objetivos para la capital cordobesa. ¿A qué conclusiones han llegado? El mandato municipal avanza y los problemas se hacen más graves, su socio de Izquierda Unida, Pedro García, no consigue generar ese necesario «todos a una» que requeriría el turismo, una actividad que de momento reporta alegrías económicas a la ciudad. El cacareado tema logístico no pasa de las mismas frases hechas que se escucharon hace ya treinta años. El cercanías carece de inversión suficiente en los presupuestos, pero probablemente de lo que carezca sea de demanda, de usuarios que estén dispuestos a utilizar ese servicio de transporte, así que ahí tenemos un gasto público que es una auténtica incógnita. El centro de convenciones del Parque Joyero parado y en el limbo. Su utilidad para congresos no estaba clara… No repitamos más, el lector estará harto de leer siempre lo mismo. Pero… ¿qué otros objetivos tenemos? Para poder ayudar a los más desfavorecidos, a las personas, es necesario generar ingresos a través de la actividad privada, crear empleo, hacer una sociedad más próspera.

Así que, tras varios meses de ausencia y en cocheras, podría recurrir al «como decíamos ayer…» de Fray Luis de León, salvando siempre las distancias con el célebre humanista y el sentido de la frase, pues en este caso se trata de que seguimos igual, o casi.

RELEVO EN EL PP // Algunas novedades políticas, en tanto se desarrolla la contienda de las primarias del PSOE, residen en Córdoba, donde la dirección nacional del PP ha impedido a José Antonio Nieto que se presente a la presidencia provincial del partido. En este caso las incompatibilidades se han aplicado con rigor, a más comodidad del presidente andaluz, Juanma Moreno, que ve retirarse de esta primera línea de la política andaluza al que sonó como su rival desde Córdoba. Nieto, secretario de Estado de Seguridad, todavía mantiene su silencio cuando han pasado casi dos semanas de la decisión, hasta el punto de que aunque continúa siendo presidente provincial del PP ni siquiera ha pasado por Córdoba a valorar los PGE.

Hay mucha prudencia en el PP. Todo menos hablar con los periodistas más allá de los mensajes de unidad de cara a la futura dirección provincial. Mientras Nieto era la cabeza, no se iban a apreciar discrepancias. Ahora, puede que haya dos listas. Una, la del número dos del PP de Córdoba, Adolfo Molina, que ha sido aceptada por la mayoría de los cargos públicos del PP en la capital y la provincia. De esta manera, corre el escalafón y no causa problemas en los de siempre. Puede que haya alternativa al sector oficial, encabezada por la parlamentaria andaluza Rosario Alarcón, pero tampoco está confirmada. Los nombres de los aspirantes a la presidencia de Córdoba se conocerán mañana.

CAMBIO EN EL PCA // También en el Partido Comunista de Andalucía se prepara un relevo. Tras los largos años de secretaría general de José Manuel Mariscal, parece que la parlamentaria andaluza Elena Cortés va a dar el paso adelante para hacerse con la dirección andaluza. Aquí puede haber alternativa desde Cádiz, con Ernesto Alba.