Agentes de la Policía Local de Córdoba han sido este miércoles los primeros miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de la capital en recibir la primera dosis de la vacuna contra el covid-19, tal y como avanzó la semana pasada la Consejería de Salud y Familias. De momento, el proceso ha empezado con los menores de 55 años, con las dosis de AstraZeneca, y no hay aún fecha para los mayores de esa edad. Tampoco se están vacunando los profesionales contagiados en los últimos seis meses. Tras la aplicación de la vacuna, tuvieron que esperar los 15 minutos reglamentarios por si se producía alguna reacción, aunque la mayoría acudió después de haber tomado un paracetamol, siguiendo las recomendaciones médicasun paracetamol,, y no se vio ninguna efecto inmediato. (El Ministerio de Sanidad recomienda tomar antes de la vacunación con AstraZeneca, 1 gramo de paracetamol, seguido de 1 gramo cada 6 horas durante las siguientes 24 horas, lo que reduce significativamente el dolor local, la febrícula, escalofríos, dolores musculares, dolor de cabeza y malestar, sin influir en la respuesta inmune).

[Sigue aquí en directo las últimas noticias sobre el coronavirus en Córdoba]

En el rato de espera, todos respiraron hondo y manifestaron "el alivio y el plus de tranquilidad" que supone para ellos esta protección, después de meses expuestos en la calle a posibles contagios, con el riesgo de llevar a casa el virus. Según Rafael Molina, a lo largo de los once meses de pandemia, se han vivido muchos altibajos. "Al principio, todo el mundo se lo tomó en serio y colaboraban cien por cien con la Policía, pero hemos pasado de ser héroes a villanos, del aplauso a ser los malos de la película, por las posibles multas y por el cansancio de la gente después de tanto tiempo limitados en muchos sentidos", ha explicado. Para Sergio y Teo, dos agentes con larga experiencia en el Cuerpo de la Policía Local, se ha vivido mucha incertidumbre, "sobre todo, en los servicios de auxilio a las personas mayores en sus domicilios porque en esos casos, acudimos a domicilios particulares y tenemos levantar a personas que se han caído, por lo que es imposible mantener la distancia, igual que cuando realizamos detenciones o en los desalojos de establecimientos que incumplen, hay muchas circunstancias en las que la exposición es muy grande", comentan, "y todos tenemos familia en casa".

La falta de epis y la situación inédita que ha supuesto la pandemia ha condicionado su labor. Tras un primer momento en el que las mascarillas escasearon y fueron principalmente quirúrgicas, algo insuficiente para su tarea, la situación se normalizó y empezaron a distribuirse FFP2 y pantallas que han permitido mejorar la protección. Juan afirma que los policías locales han vivido "una situación extrañísima porque hemos tenido que pedir a la gente que hiciera cosas antinaturales, a los mayores que se quedaran en sus casas y no salieran, sin un horizonte claro, y a los jóvenes igual". En su opinión, mientras el uso de la mascarilla se ha estandarizado, la fatiga pandémica y el cansancio se está notando en el cumplimiento de "la distancia de seguridad, que es una de las cosas más complicadas para muchas personas". Según Juan, esto "se ve en las fiestas de los jóvenes y los botellones, que se repiten cada fin de semana", pero también "en las reuniones de mayores en los bares y en sus casas, en cuanto la gente se toma un par de cervezas y baja la guardia". Aunque sea "políticamente incorrecto decirlo en este momento, la incidencia ha caído cuando se restringió el horario de los bares y no por los establecimientos, en los que hay también de todo, sino por los usuarios que se olvidan de las normas".

Pese a todo, los agentes consultados ponen una "nota muy alta" a la conducta de la ciudadanía de Córdoba durante la crisis sanitaria, "un sobresaliente", coinciden varios. "Salvo excepciones, como en todas partes, el comportamiento de los cordobeses ha sido ejemplar y muy cívico", aseguran. El rechazo a la vacuna ha sido «muy residual», aseguraron, «aunque ha habido algún caso». Los rezagados tienen tiempo para pensarlo dos veces. El resto, volverá a por la segunda en 12 semanas.