Las obras del alminar de San Juan ya han llegado a su fin. Los trabajos de la primera fase empezaron en octubre pasado con un plazo de ejecución de dos meses que se cumple ahora. La intervención, impulsada por la asociación de vecinos Centro Histórico, era la primera de importancia que se realizaba desde 1927 e imprescindible para frenar su deterioro. La actuación ha consistido en quitar la reja colocada en 1997 para evitar desprendimientos, que ahora solo es un recuerdo, en limpiar, consolidar y restaurar.

El proyecto está presupuestado en 95.435 euros, que ha sufragado el Ayuntamiento, con 34.800; el Obispado, con 15.000 y la dirección facultativa; la asociación de vecinos, con entre 2.000 y 2.500 euros; y la congregación de Las Esclavas. A pesar de este importante paso, queda una segunda fase de la intervención centrada en el interior, con la que el alminar podrá ser visitable. La asociación Centro Histórico espera que esa segunda fase sea incluida en los presupuestos municipales del año próximo, que aún no han sido presentados ni aprobados, ya que se han prorrogado los de este ejercicio.

La restauración de la torre-alminar de la iglesia de San Juan de los Caballeros permite tener otra visión de este Bien de Interés Cultural. El arqueólogo de la UCO (que también colabora en el proyecto) Rafael Blanco ha explicado que la intervención ha permitido tener más información sobre esta joya, que es, en su mayor parte, de época omeya, y en la que destacan las tres columnas visigodas de su parte superior. El día 27 está prevista la inauguración y, a partir de ese momento, la torre quedará iluminada.