El consejero de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda, defendió ayer que la circular que remitió la Consejería de Salud y Familias a los centros escolares el 22 de diciembre para el reinicio de las clases tras las vacaciones navideñas «no dice que las ventanas de las clases deben estar abiertas la hora de clase, no dice eso» y apuntó que «en aquellos lugares donde hace mucho frío se haga en diez minutos durante los cambios de clases» para evitar el coronavirus.

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En declaraciones a los medios tras asistir en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), junto con el vicepresidente y consejero de Turismo, Juan Marín, a la puesta de la primera piedra de un nuevo Instituto de Educación Secundaria, el consejero de Educación sostuvo que «las ventilaciones se tienen que gestionar», por lo que abogó por acudir a los centros educativos «un poco más abrigados» y situó la competencia en manos de los docentes al trasladar su «confianza» en que serán éstos quienes «van a saber gestionar, cuando ventilar, si hace mucho frío, para que se renueve el aire».

Tras trasladar su escepticismo por la instalación de aparatos purificadores del aire, esgrimió que «los expertos nos dicen que no son sustitutivos de la ventilación natural» y puso de manifiesto que «somos conscientes de que estamos viviendo una tercera ola de covid-19, que hace mucho frío», aunque apeló a su convencimiento de de que «la responsabilidad, la colaboración, y las medidas de seguridad van a seguir obteniendo estos resultados», en referencia al primer trimestre de clases.

Javier Imbroda defendió que en la Consejería de Educación «nos ceñimos a las directrices que nos va marcando la Consejería de Salud» tras apelar a que la situación de la climatización de las aulas «no es una cuestión educativa, es de salud pública». El consejero aseguró que había que compaginar las bajas temperaturas con la ventilación.