Alrededor de 45.000 niños han sido alumnos en los últimos 31 años del aula del hospital Reina Sofía, el cole del hospital. Y durante todos esos años siempre ha estado ahí el maestro Juan Expósito, como referente de la enseñanza impartida en el hospital cordobés. Después de todo ese tiempo de dedicación a los pacientes que necesitan continuar con sus estudios mientras están hospitalizados, a Juan le ha llegado hoy el momento de la jubilación. Por eso, sus compañeros del Reina Sofía le brindaron ayer un homenaje, al que se sumaron familiares de Juan, antiguos alumnos y pacientes del aula hospitalaria y actuales pacientes del complejo sanitario. El homenaje incluyó un vídeo con fotografías de numerosos momentos vividos por Juan como maestro u organizador de actividades lúdicas para los pacientes pediátricos, como las primeras visitas que los Reyes Magos hicieron al Materno Infantil. Se pudieron escuchar además en el vídeo algunos agradecimientos, como el del paciente trasplantado marroquí Reda Amani, que destacó cómo Juan siempre le ayudaba con las tareas. Entre los presentes en este acto estuvieron también el pediatra jubilado Felipe Toledo, que ejerció durante muchos años en el Materno Infantil, o José Valdivia, que fuera delegado de Educación en el curso 1988/89, en el que se puso en marcha el aula hospitalaria, con Juan Expósito desde el inicio. Valdivia recalcó que, «además de enseñar lo que contienen los libros, Juan siempre ha inculcado felicidad y alegría a los pequeños». Otros participantes en el homenaje fueron el experto en el carnaval de Córdoba Juan Domínguez Patato (pues todos los años algún grupo de carnaval infantil o de adultos visita a los niños ingresados); expacientes del hospital como la prieguense María Callava, junto a su hermana Sofía; los compañeros de Juan en el aula hospitalaria (los maestros Francisca Garrido y José Mata); la responsable de la unidad de actividades motivacionales, Ana Calvo, y los Médicos de la Risa, entre otras personas.

Los maestros José Mata, Juan Expósito y Francisca Garrido. Foto: FRANCISCO GONZÁLEZ

Juan, que a partir de su jubilación, además de abuelo de su primera nieta, ejercerá de maestro de la misma (porque la docencia no se jubila), mostró su satisfacción por estas tres décadas de trabajo al frente del aula hospitalaria del Reina Sofía, que fue una de las diez primeras de Andalucía en crearse y la primera de Córdoba. «Esta labor en el Reina Sofía ha sido mi vida. Podía haberme ido a trabajar a un colegio convencional, pero nunca he querido. He tenido de alumnos a pacientes que luego han ejercido en el hospital y a generaciones familiares (de abuelos a nietos) que han pasado también por el aula del Reina Sofía y me lo han recordado, e incluso me han invitado a alguna boda o bautizo de enfermos que fueron alumnos. No puedo estar más agradecido», apuntó el homenajeado maestro.

El maestro Juan Expósito, en el centro de la imagen, con familiares, antiguos pacientes del aula y compañeros del Reina Sofía. Foto: FRANCISCO GONZÁLEZ