Comprar un libro, ese placentero ejercicio de navegar por los lomos y portadas de los volúmenes ordenados en estanterías, abrir sus páginas y empaparte de fantasías o de sabiduría ya no es ese oscuro objeto de deseo en el que se convirtió con el estallido de la pandemia de la covid-19, que obligó a cerrar a bibliotecas y librerías. La República de las Letras, la decana Librería Luque y Títere han retomado la actividad, aplicando las normas de seguridad establecidas por el Gobierno para la desescalada. Con las librerías abiertas, Córdoba es todavía más sabia.