La danesa Maria Riis Jensen quería hacer un viaje diferente y divertido y así fue como se adentró en esta maravillosa aventura de la mano de su ahora gran amigo y compañero, Jorge, un burro con el que ha recorrido multitud de lugares de España y Andalucía hasta llegar a Portugal.

La aventura comenzó fruto del interés de Maria por viajar hasta un rincón del Algarve portugués, donde se encontraba su amiga. La danesa se encontraba en Albacete y pensó en viajar hasta allí de una forma diferente. Comenzó este viaje sola, caminando, y tras haber recorrido varias localidades, encontró a un gran compañero de viaje, su burro Jorge. Desde ese momento, Jorge la ha acompañado en, prácticamente, todos los momentos de su vida. Llegó con él a pie hasta Portugal, pasando por varias localidades de Andalucía y Córdoba.

A Maria no solo le sorprendió el cariño que acabó cogiendo a Jorge. Por cada rincón de Andalucía que pasaba encontraba calor y la acogían siempre con una gran sonrisa. A su paso por la localidad cordobesa de Villaharta, estos dos viajeros tuvieron que hacer frente a un problema de salud de Jorge. Los habitantes y las autoridades de este pueblo empatizaron muchísimo con ellos y no les faltó ayuda. En este lugar, tras la recomendación de un agente del Seprona, se dirigió a comprar un aparejo para hacer el camino más fácil a su burro.

Tuvieron que pasar varios días en Villaharta, en el albergue que el Ayuntamiento les había cedido amablemente. La danesa sintió una conexión especial con la localidad y, en especial, con Manolo, el dueño del almacén donde adquirió su aparejo. Tal fue la conexión que actualmente comparten su vida personal y profesional. Juntos han establecido un negocio de rutas en burro en el que, muestran, como afirma Manolo, «las maravillas que esconde el entorno de Villaharta». Esta peculiar viajera emprendió su aventura movida por una promesa, la de ir a pie a Faro (Portugal), con la única compañía de un burro. Según su pareja, Manolo, Maria buscó un burro por varios lugares de España, como Barcelona, sin encontrar ninguno, hasta que llegó a Albacete y conoció a Jorge. La danesa viajó con una mochila como único equipaje. El burro solo cargaba lo necesario para él.

Jorge iba a permanecer junto a Maria lo que durara este viaje, que, en principio, iba a durar un mes. Pero estos planes se torcieron cuando el vínculo entre ellos creció. La danesa tenía pensado dejar a Jorge en un lugar seguro en Portugal, pero, finalmente, permaneció con ella. Gracias a este animal conoció a su pareja y juntos han formado un negocio, así como una gran familia.

Actualmente, esta peculiar chica danesa se encuentra en su tierra, a la que ha tenido que regresar por motivos de trabajo. Pero este viaje tiene billete de vuelta programado para septiembre, cuando volverá al ambiente cordobés, del que se ha enamorado gracias a la naturaleza, los animales del lugar y, sobre todo, a su burro Jorge. Al principio del viaje era una viajera apasionada por el mundo, con ganas de moverse por todos los lugares posibles y conocerlos. Ahora es feliz en Villaharta, junto a Manolo y sus animales. Ese viaje cambió completamente su vida.

Precisamente, la fecha en la que esta aventura tuvo lugar coincidió con la celebración del centenario de la publicación de la obra Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez. La danesa quiso rendir homenaje al escritor y a su historia, realizando este viaje en única compañía de su burro Jorge.