La deuda del Córdoba ha estado y seguirá estando a debate, al menos, hasta el próximo verano. Desde el déficit presentado por el club en la junta de accionistas, de 4,2 millones de euros después de impuestos, los accionistas minoritarios mostraron ya en dicha junta su preocupación por el estado financiero de la entidad blanquiverde. El máximo accionista y presidente, Jesús León, les invitó -en un gesto poco habitual- a emplazar una cita para que pudieran corroborar a través de documentación facilitada por el propio club el estado real del Córdoba CF. Esa reunión se produjo el pasado 11 de marzo y los minoritarios emplazaron a un comunicado posterior su valoración sobre lo que les habían presentado los dirigentes cordobesistas. Ayer, sin ir más lejos, el portal Palco23 editó su cuarta Guía Económica de LaLiga y de la que se informó este periódico y por la tarde la asociación de accionistas minoritarios hizo público un comunicado en el que «agradecía» y se «reafirmaba en el voto negativo» presentado en la pasada junta de accionistas a las cuentas del club. Tras destacar el enorme «desvío del gasto» sobre las cantidades inicialmente presupuestadas, el sindicato reconoce que «el traspaso y venta de jugadores ha supuesto una minoración de la pérdida acumulada», aunque advierte de que «no se traduce en una rápida obtención de liquidez, ni va a resultar suficiente para un equilibrio financiero en el curso actual».

También señalan los accionistas minoritarios que «la situación del club genera dudas razonables respecto a su viabilidad financiera, a su estado de liquidez y a su posición de límite salarial para la próxima temporada, en caso de permanecer en la categoría deportiva» de Segunda A y vuelve a reclamar una petición histórica del sindicato: los ocho millones «no satisfechos», según ellos, por el anterior accionista mayoritario.

Finalmente, tras mostrar sus «dudas» sobre operaciones con empresas vinculadas y/o con vínculos familiares con el máximo accionista, el sindicato muestra su preocupación por «las dificultades que el accionista mayoritario pueda tener para el cumplimiento del pago del precio de venta al anterior vendedor, tras las últimas publicaciones al respecto». Dicho pago es de 4,5 millones y Carlos González saltó la pasada semana en algún medio asegurando que había presentado una oferta a Jesús León. Aunque ésta no llegó, León declaró a este periódico que permanecería en el Córdoba y dio un portazo a cualquier posibilidad de regreso de González a la entidad blanquiverde. Minoritarios finaliza su comunicado expresando que «en aras de liderar un proyecto de ayuda a la situación actual, este colectivo se brinda para conseguir la solución financiera que aglutine el interés colectivo del club, como marca de ciudad y del concepto de cordobesismo y de afición. Con tal fin, insta al representante de la entidad a mantener los contactos necesarios para alcanzar dicha solución».

EN EL CLUB, TRANQUILIDAD / Por su parte, en la entidad blanquiverde, aseguran, reina la tranquilidad y defienden que la nómina que se adeuda -el próximo 10 de abril es el tope para la siguiente- se abonará a finales de esta semana o principios de la próxima.

Todo gira en torno a los pagarés que se deben ingresar por los traspasos de Sergi Guardiola y de Álvaro Aguado, cuya negociación se encuentra en la última fase, insisten desde El Arcángel.

En lo que al comunicado de minoritarios se refiere, el Córdoba defiende que la deuda de la entidad está «controlada». Según datos ofrecidos a este periódico, el club asegura que la deuda a día de hoy es de 4,8 millones, a los que hay que añadir los gastos que se van a producir hasta el próximo 30 de junio, que estiman en unos 2,7 millones, de los que más de la mitad corresponden a salarios, Seguridad Social y pagos a la Agencia Tributaria. Por lo tanto, a la deuda de 4,8 millones -según el club- a 31 de marzo habría que añadir esos 2,7 millones, lo que supondría un monto de 7,5 millones, uno de ellos (exactamente 976.000 euros), correspondiente a la deuda concursal.

A esa cantidad habría que restar los ingresos por la mayor parte de los traspasos anteriormente dichos -en torno a los 4,5 millones- y otros ingresos, entre ellos alguna posible operación de otros traspasos de futbolistas de aquí al 30 de junio. En la entidad blanquiverde estiman que dichos ingresos podrían llegar a los mencionados 7,5 millones, por lo que el objetivo en El Arcángel es no solo ingresar lo ya pactado sino realizar alguna operación más de traspaso -con una estiman que sería suficiente- para llegar a esos 7,5 millones que dejaría al club a deuda cero, incluyendo la eliminación de la deuda concursal.

Hay dos apartados que destacan en los números globales transmitidos por el club. Uno de ellos es ese millón de deuda concursal y el otro es también de un millón de deuda a agentes de futbolistas, gran parte de ella, aseguran, proveniente de los años 2014, 2015 o 2016. En cualquier caso, y siempre que esos números sean exactos, un nuevo traspaso no sería una condición indispensable, ya que, en caso de no producirse, la deuda a 30 de junio podría estimarse, como mucho, en tres millones de euros, uno de ellos correspondiente al concurso de acreedores. En el Córdoba recuerdan que la llegada de la nueva propiedad se produjo ya con una deuda cercana a los dos millones de euros.

En cualquier caso, una vez trasladada la visión de minoritarios, el debate abierto desde hace años por la situación financiera de la entidad y la defensa actual del propio Córdoba, está claro que los números seguirán haciéndose, como mínimo, en los próximos meses. Sobre todo, en caso de un descenso de categoría.