Los pueblos de la provincia de Córdoba hicieron ayer su desembarco tradicional en Fitur con un completo arsenal de propuestas turísticas novedosas con la intención de captar a los amantes del turismo de interior, ávidos de descubrir experiencias nuevas y sugerentes. Ayer fueron desplegando sus correspondientes propuestas las comarcas del Valle del Guadalquivir, el Guadiato y la Subbética, todas cargadas de una alta dosis de patrimonio, naturaleza, gastronomía, deporte y aventura, además de las tradiciones. Así, desde el Valle del Guadalquivir se ofreció el recientemente inaugurado Parque Multiaventura de Posadas, en el que se puede disfrutar de una de las tirolinas más largas de Andalucía, en un marco singular como el parque periurbano de la Sierrezuela.

Palma del Río apostó por el mundo del toro, promocionando el museo del Cordobés como una pieza fundamental en la ya existente ruta taurina del Valle del Guadalquivir, y un lugar donde descubrir todos los aspectos personales y profesionales del quinto califa del toreo. Pero también desde Palma se invitó a los visitantes a conocer el Palacio de Portocarrero, un lugar cargado de historia, puesto hoy a disposición de los turistas en sus muy variadas posibilidades.

El alcalde de Villafranca, Francisco Palomares, además de describir todos los atractivos de su pueblo, habló de la enorme singularidad que le da ser la mayor zona de introducción del lince ibérico, sin olvidar las posibilidades que brinda el río o su tradicional huevada. En el caso de Montoro, donde se recordó que se trata de un municipio declarado conjunto histórico artístico y contar con un parque natural, apostó en la presentación por la promoción turística de la subida automovilística de la localidad, que cada año concita mayor interés. La oferta de Buajalance fue la de un turismo reposado, con la gastronomía y el paseo como protagonistas.