A un otoño seco le siguió un invierno lluvioso, una primavera seca y una subida de las temperaturas, a finales de abril y mayo, que hizo "mucho daño" al campo cordobés según explican las patronales agrarias, que apuntan los efectos que el calor y la reducción de lluvias de este año tendrán en los cultivos y la ganadería. De este modo, el presidente de la organización Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, señala que "hay áreas en las que la aceituna brilla prácticamente por su ausencia" mientras que en la Unión de Pequeños Agricultores su secretario provincial, Miguel Cobos, indica que con los datos de sus técnicos barajan una reducción del 50% en esta cosecha, que dejaría un balance inferior a las 200.000 toneladas de aceite.

El presidente de Asaja estima que la producción de la próxima campaña se situará, previsiblemente, por debajo de la media de los últimos cinco años y entre las áreas más afectadas cita el Guadajoz, el alto Guadalquivir, el Valle del Guadalquivir y Bujalance. Así, precisa que "hay zonas en las que se ha perdido prácticamente la cosecha, a consecuencia de aquel calor de finales de abril, un calor muy fuerte, que no es usual, en un momento crítico para la aceituna". También destaca que esta situación beneficiará, posiblemente, al precio del aceite, y recordó que el virgen extra se encuentra ahora más alto que en el mes de enero (ronda los 2,61 euros por kilo). Por su parte, Miguel Cobos relaciona este descenso de la producción con la sequía y la falta de lluvias en el otoño y la primavera, y recuerda que "hemos tenido 470 litros por metro cuadrado", frente a los 650 o 700 litros que suelen caer en un año normal. Además de estos factores, precisa que "la gran cosecha del año pasado también hace que el olivo esté cansado". Estas circunstancias han motivado que los pastos se encuentren secos y la ganadería haya tenido que realizar un mayor aporte de pienso a los animales. El secretario provincial de UPA señala que, con esta situación, "todos los ganaderos que tenían seguro de pastos han sido indemnizados", mientras que Ignacio Fernández de Mesa recuerda que se truncó "una expectativa que había muy buena de una salida de la primavera importante en hierba".

OTROS CULTIVOS En cuanto al impacto de esta sequía en el resto de las producciones, el presidente de Asaja manifiesta que el girasol se ha visto beneficiado por las suaves temperaturas de junio y julio, y los resultados serán superiores a los de años anteriores, aunque en el caso de los cereales también han sido perjudicados por el calor, un factor al que se ha añadido "un corte de agua muy importante producido a partir de abril". En los cítricos, la más afectada ha sido la naranja tardía (algunas áreas sufrieron, además, el pedrisco), mientras que el aspecto del algodón "es bueno en general" salvo en las zonas que recibieron una granizada.

Junto a estos cultivos, Asaja estima que la viña producirá alrededor de un 20% menos que el año pasado, aunque su estado le permitirá "producir un vino de muy buena calidad", un aspecto en el que coinciden en UPA. En esta línea, Miguel Cobos manifiesta que "al cereal le han faltado 100 litros de agua por metro cuadrado en primavera" y avanza que gracias a las temperaturas que se están registrando este verano "a los cultivos de regadío no ha habido que echarle más agua que otros años por el efecto de la sequía".