El olivarero montoreño Pedro Márquez Osuna comenta que antes del verano se preveía una cosecha media--baja para la próxima campaña, "pero la aceituna que tenía el olivo se ha caído de la noche a la mañana", por lo que considera que será nefasta con mayúsculas. Añade que "yo, que tengo 61 años, no he visto nunca ese fenómeno". En este sentido, asegura que durante la floración tuvo mucha incidencia el calor, "porque dos días se alcanzaron los 40 grados, que para la floración del olivo es letal; ya que, a pesar de ser una planta muy dura, a la hora de la floración es muy delicada, ya que tiene que tener una temperatura media de 25 a 30 grados". Pedro Márquez, que, junto a sus hermanos, cultiva 7.000 olivos en la zona de La Torrecilla, de Montoro, en régimen de Comunidad de Bienes, argumenta que "la cosecha anterior ha sido de récord y creo que el récord a la baja se va a registrar este año". Pedro Márquez, que es socio de la cooperativa olivarera de Montoro y forma parte del consejo rector, matiza que la suerte está echada para la temporada olivarera del 2014 al 2015. En Montoro se cultiva olivar de campiña pero, sobre todo, de sierra, que, unido a su baja producción, va a suponer un fuerte varapalo de cara a la próxima campaña en cuanto a la generación de jornales necesarios para el cobro de los temporeros. La crisis económica, unida a esta baja producción, se prevé que afecte nuevamente a un gran número de jornaleros del campo, que se las verán y se las desearán para completar los peones necesarios para luego poder cobrar el subsidio de desempleo. Pedro Márquez alerta, por tanto, de que "la próxima campaña será la más dura a nivel productivo".