Junto a la fiscalía de menores, situada en la calle Doctor Barraquer, es fácil ver transitar a madres con sus hijos pidiendo, con destartalados carritos o con el bebé en brazos. Los vecinos no terminan de acostumbrarse a una situación que no se corrige y que, como denuncia Prodeni, ha convertido a Córdoba en una excepción en España. "Los visitantes nacionales y extranjeros se llevan una imagen tercermundista y casi medieval de la ciudad", indica.

Prodeni advierte de que en la zona de Barraquer, Fleming, Puerta de Almodóvar y Conde de Vallellano suelen congregarse alrededor de una veintena de mujeres con sus hijos, que piden dinero a los vecinos y a los turistas. "Hablamos de jornadas laborales de sol a sol de niños, sin que se tomen medidas para integrarlos y sin escolarizar", denuncian algunos vecinos.

Prodeni critica que mientras en otras localidades se ha logrado erradicar esta situación que vulnera los derechos humanos y del niño, en Córdoba se mantiene el problema. "Es necesario prohibir la mendicidad y que no haya esta permisividad", asegura.