La larga historia del centro de congresos de Córdoba se ha convertido en una carrera de obstáculos que no acaba. El camino que inició el Ayuntamiento a principios de la década pasada para conseguir un centro de congresos en Miraflores fue muy difícil, tanto que no pudo llegar a la meta del inicio de obras ni siquiera después de haber modificado y abaratado el proyecto que diseñó el arquitecto holandés Rem Koolhaas para hacerlo viable cuando la crisis empezaba a hacer mella. A pesar de los pasos que dio el anterior equipo de gobierno de IU y PSOE, y de lo avanzado que quedó el proceso, a punto de llegar a la licitación de las obras, no hubo primera piedra. Después, con la llegada del PP, el centro de congresos inició una nueva andadura, pero ya en el Parque Joyero y sin Koolhaas. Allí, la filosofía del proyecto era distinta y menos costosa. Sin embargo, y aunque con mucho menos recorrido, el centro de exposiciones, ferias y convenciones que nacerá de la reforma del antiguo pabellón de Cajasur tampoco se está encontrando con un camino de rosas.

Otro concurso y unos meses de espera más

Al poco tiempo de recibir la promesa de poder contar con 5,5 millones en los Presupuestos Generales del Estado del 2014, el proyecto del Parque Joyero se ha topado con un contratiempo que retrasará unos meses el inicio de las obras. La decisión de convocar un nuevo concurso al incumplir los requisitos exigidos las tres ofertas presentadas implica partir de cero en este proceso, volver a empezar otra vez algo que ya estaba a punto de adjudicarse. El equipo de gobierno ha preferido esperar un poco más y optar por esa fórmula. Asegura que no quiere que haya dudas. Al tener que revisar pliegos, convocar otra vez el concurso, evaluar ofertas, adjudicar, esperar la redacción, licitar las obras y elegir la empresa que las acometa, la fecha de inicio de la reforma que baraja el gobierno local es el segundo trimestre del año próximo.

El escollo de lafinanciación, resuelto

Todo esto ocurre apenas unos días después de conocerse que el principal escollo que ha tenido siempre el centro de congresos, la financiación, está resuelto. Con la aportación de 5,5 millones del Gobierno central para el 2014 --a los que había que sumar los 1,5 para la redacción del proyecto que ahora hay que renegociar--, la Diputación pondría solo 3 millones y el Ayuntamiento, 8,5 millones, sin contar con la rebaja esperada en la licitación. Solo faltaba que se conociera cuál de las tres empresas salía victoriosa del concurso para redactar el proyecto.

Un procedimientocontrovertido

El concurso que convocó el Ayuntamiento en agosto para redactar el proyecto se ha encontrado con varios obstáculos. A las alegaciones presentadas a la memoria de la comisión de expertos aprobada por el Pleno --que fueron desestimadas--, se unieron en septiembre dos recursos, uno del PSOE y otro del Colegio de Arquitectos, contra el concurso, en los que subyacía la idea de que el arquitecto Rafael de la Hoz, que ha llevado a cabo los estudios previos, partía con ventaja. Ambos argumentaban falta de igualdad. Sin embargo, el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales del Ayuntamiento los desestimó. Poco después, el 3 de octubre, durante la apertura del segundo sobre del concurso, se produjo un incidente que alimentó nuevas críticas, entre ellas, las de uno de los aspirantes, Qurtuba, que denunció que la exhibición de una maqueta de De la Hoz, no solicitada en los pliegos, podía suponer una ventaja para este arquitecto. La mesa de contratación optó por retirar la maqueta. Ahora, tres semanas después, resulta que ninguna de las tres ofertas cumple los requisitos exigidos, según el informe de Urbanismo. Y vuelta a empezar de nuevo.