Con su licenciatura en biología y un máster en etología, Rafaela estaba cansada de no encontrar nada en España. Así que tras terminar sus prácticas en una fundación de conservación, y con pocas perspectivas de continuidad, decidió "probar suerte" en Reino Unido, en busca de porvenir y "un cambio de aires", asegura esta jarota de 27 años.

El destino elegido en un primer momento fue Isle of Wight, la isla más grande de Inglaterra. Allí, a través de una agencia de inserción, comenzó a trabajar en un hotel, donde estuvo 6 meses. Tras esta experiencia, decidió dar el salto a la capital londinense, "un poco a la aventura, sin trabajo ni nada, pero en un semana más o menos lo encontré", afirma. Así, desde noviembre es empleada de la cadena de tiendas de ropa TK Maxx, donde, de hecho, es la única española y ha logrado, nada menos, que "un contrato indefinido", tan solo a los 4 meses de empezar. "Aunque no es el empleo de mi vida", reconoce, "de momento me vale, pues mi prioridad es el inglés con la idea de poder trabajar en un futuro en algo relacionado con mis estudios". Por tanto, no piensa volver en breve a España, pues "aquí hay muchas oportunidades", afirma. "Los que tienen estudios trabajan aquí en lo que realmente le gusta y para lo que se ha formado. Yo ahora no lo estoy haciendo, pero espero que llegue mi momento", explica, y añade que, "los extranjeros tampoco podemos pretender tener lo mejor nada más llegar sin dominar el idioma". En cuanto a la adaptación, afirma que "el estar de cara al público te ayuda a soltarte". Y aunque "sigo echando de menos cosas de España, y no es fácil cuando a veces te sientes sola, los malos momentos se compensan con los buenos". Por ello, aconseja salir fuera "a todo el mundo", aunque, por su experiencia, recomienda hacerlo "a la aventura como hice yo al venir a Londres", pues las agencias de contratación "no siempre cumplen lo que te prometen", advierte.