Pocos discrepaban ayer sobre el cambio que ha experimentado el eje monumental tras la reforma que ha llevado a cabo la Junta durante ocho años. Acostumbrados a casi cuatro años sin vehículos, las diferencias giraron en torno al tráfico, cuyo paso delante de la Puerta del Puente resulta ahora chocante.

Un residente de la zona, Bartolomé Rodríguez, propone que "o todo peatonal o que pase todo tipo de vehículos". Algo similar opina Antonio Melgarejo, que se pregunta "¿por qué no pasan todos?" y plantea incluso que transiten en ambas direcciones. A los taxistas les ha venido bien, como reconoce José Muñoz, que asegura que el corte "era un trastorno para el cliente". También a los usuarios de Aucorsa, como Beatriz Lara, que vive en la Fuensanta y tiene familiares en la zona. "Me viene de perlas", confiesa. La idea tampoco parece mal a un grupo de amigas de Asturias por ser una medida que favorece la movilidad de las personas "que no pueden caminar", como señala Keti Penedo. En cambio, otros turistas, como la pareja vallisoletana formada por Verónica Vicente e Iván Martínez, consideran que "si está restringido el paso de vehículos, es mejor para los turistas". "Ningún tipo de circulación" piden también José Manuel Urbano y Lali Olmo.

Varios policías locales controlaban ayer la circulación. Durante la jornada, siguieron entrando algunos turistas despistados y guiados por el GPS. Sin embargo, la queja más generalizada fue por la velocidad que llevaban algunos taxistas, lo que obligó a los agentes a advertir que no se puede ir a más de 20. El goteo de autobuses no cesó, aunque la parada no se veía muy concurrida.