Algunos de los inmuebles desahuciados fueron paradójicamente adquiridos por el Ayuntamiento de Córdoba. Es el caso del convento Regina de 1499, un Bien de Interés Cultural que llevaba 200 años abandonado y fue comprado por el Consistorio cordobés en 1986 para dejarlo igual de abandonado.

Algunos de los edificios sin uso tienen un importante valor histórico o patrimonial y se encuentran protegidos por el Plan Especial del Conjunto Histórico. Es el caso del edificio de la calle de La Paja, que iba a ser la Casa para la Igualdad, un centro municipal dedicado a las mujeres. En su rehabilitación se invirtieron 400.000 euros de los fondos anticrisis, pero aún no ha abierto sus puertas.