El Partido Andalucista (PA) dio el domingo un paso más hacia la nada. Logró recabar 96.608 votos (un 2,50% del total) y caminó en dirección contraria al Parlamento andaluz, de donde fue expulsado en el 2008 al obtener 124.243 sufragios (un 2,76%).

El partido que dirige Pilar González, secretaria general, se la jugó con una estrategia arriesgada, concentrando la campaña electoral en una sola provincia, Cádiz, donde los andalucistas aún conservan algo de poder institucional en algunos ayuntamientos. El Partido Andalucista aún está presente en 500 municipios, algunos tan insignes como el de San Fernando y Utrera, pero estas autonó- micas han consolidado su fracaso como alternativa al bipartidismo en la política regional. Los nuevos tiempos políticos no han dejado espacio en la arena para el nacionalismo andaluz, y sin embargo está cediendo terreno a otras formaciones con una identidad política más compleja (UPyD y Equo).

González reivindicó durante la noche electoral que el PA sigue siendo "la cuarta fuerza política" aunque, en número de votos, fue superada por UPyD con un 129.180 papeletas (3,35%). El PA entrará ahora en un "proceso de reflexión", los órganos del partido se reunirán a final de la semana para analizar el resultado y "reflexionar" sobre el futuro de la formación. Los andalucistas pelean ahora por salir a flote, después de haber sido una fuerza decisiva desde finales de los 80 hasta la década del 2000 y haber cogobernado con el PSOE entre 1996 y 2004.