El aguacero caído en localidades de la Campiña Sur cordobesa ha ocasionado graves daños a la agricultura, a las infraestructuras agrarias y ha arrastrado parte del suelo vegetal. Juan Portero Laguna, del Aula de Viticultura del Consejo Regulador, ha afirmado que es muy difícil valorar los daños en el campo, ya que los caminos están impracticables en este momento.

No obstante, la viña es el cultivo más afectado por coincidir con el área de mayor incidencia de la tormenta. En este sentido, el representante de Asaja en Moriles, Fernando Fernández, ha afirmado que la lluvia ha arrancado cepas y olivos, aunque el estado de los frutos no podrá valorarse hasta los próximos días. Todavía permanecen anegados viñedos y olivares y se constatan los efectos sobre las espalderas. Asaja señala que la cosecha del algodón también se ha visto afectada y que la de girasol se retrasará unos días. Además, algunas carreteras y caminos, fundamentalmente los que cruzan el río Cabra, tardarán algún tiempo en recobrar la normalidad.

Por su parte, el secretario provincial de UPA, José Luis Gutiérrez, ha mostrado su preocupación "por la cantidad de tierra que el temporal ha arrastrado", lo que dificulta el proceso de recuperación que se desarrolla desde hace años. Gutiérrez lamentó la situación de los arroyos, muchos de los cuales se han desbordado, como el arroyo Salado entre Montilla y Montalbán. Por su parte, el representante local de COAG, Manuel Alférez, se ha mostrado prudente a la hora de valorar los daños que, según indica, no se apreciarán hasta los próximos días. Su secretario provincial, Francisco Garrido, destacó los daños en "infraestructuras agrarias, como caminos, a lo que hay que unir la importante erosión que se ha producido por las lluvias torrenciales".