Marisa, habéis dado el gordo" , ésa fue la primera noticia que tuvo María Luisa García de que su administración, la número 27 (ubicada en el sótano de El Corte Inglés), acababa de repartir entre sus compradores habituales más de ocho millones de euros con el 71.372. "Me llamó mi amiga Manola, del quiosco, porque oyó en la radio que había tocado en mi despacho", comenta María Luisa, emocionada al recordar el momento. "Desde entonces, no ha parado de sonar el teléfono con clientes que me decían llorando que cuánto les había tocado a ellos".

El número completo del 71.372 se ha vendido en esta administración cordobesa, el premio más cuantioso que se reparte en la ciudad desde hace años y que supone un montante de casi 9 millones de euros, "algo menos porque se han devuelto diez o doce décimos esta mañana", explica el marido de María Luisa, Pedro Romero, que se encontraba fuera cuando saltó la noticia y se fue corriendo al establecimiento para compartir con los agraciados, si no el premio, la alegría. "No te puedo decir cuántos décimos he devuelto porque el número ha estado colgado en ventanilla y lo he vendido hasta media hora antes del sorteo", indicó Romero justo antes de que Alfonso, uno de los que venden lotería para él en la calle lo llamara para decirle que había ganado 60.000 euros. "Ha venido a devolverme unos décimos esta mañana de este número, pero antes él se quedó con uno", comentó Pedro. Como es habitual en los sorteos ordinarios de la Lotería Nacional, a cada décimo le corresponde un premio de 60.000 euros, al que se suma un especial a la fracción de 2.940.000 euros y otro a la serie sin fracción de 600.000 euros.

El sorteo tuvo lugar a las 13.00 horas y al poco tiempo se corría la voz mientras iban apareciendo en ventanilla los primeros agraciados, muchos de ellos inconscientes de ser ganadores. Fernando Millán fue el primero en pasar por allí. Lo hizo para comprar su habitual décimo de los sábados y se llevó la sorpresa. "¿Diez millones de pesetas?, no me lo puedo creer, tengo a los pintores en casa y he bajado un momento, verás cuando se lo diga a mi mujer", dijo al enterarse mientras se ofrecía a comprar una botella de cava para brindar en la administración. "Me viene fenómeno para pagar deudas", dijo sonriente, "además, tengo seis hijos y ocho nietos a los que hacerle un regalito, imagínate".

Horas más tarde, Javier Romero, hijo de los dueños y empleado de El Corte Inglés, seguía informando de su buena suerte a compradores habituales desde su puesto de dependiente.