La Oficina Comarcal Agraria de Peñarroya y las asociaciones de la zona habían convocado ayer a los ganaderos a una reunión en la que se les iba a informar de todo lo relacionado con la lengua azul, y así se hizo, pero los convocantes no contaban con tan masiva afluencia (más de 500) y tampoco con que la totalidad de los asistentes asegurara, a mano alzada pero de forma rotunda, que sus ovejas están afectadas por la lengua azul. Y menos, después de que el consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, asegurara en Pozoblanco que no solo no existe confirmación de foco en el Norte de la provincia, "porque no hay analíticas que lo avalen", sino que no existen ni siquiera sospechas de ello.

Estas declaraciones se contraponen, además, a las realizadas la semana pasada por el delegado de Agricultura en Córdoba, quien dijo, tras los 250 avisos de ovejas muertas en explotaciones en el Guadiato y la zona de los Pedroches, que hay sospechas de la existencia de esta enfermedad en la provincia de Córdoba.

El titular de Agricultura de la Junta dijo que las analíticas realizadas a los animales enfermos se han remitido al laboratorio de Algete en Madrid, desde donde se comunicará la existencia de algún positivo si es que se da, aunque no concretó una fecha para conocer esos resultados. Añadió que de momento los focos en Andalucía siguen en la Sierra Norte de Sevilla y en el Andévalo de Huelva. El consejero ha afirmado que en la provincia de Sevilla ha muerto el 4,5 por ciento de las ovejas que han pasado la enfermedad, es decir, 14.500 animales, mientras que en Andalucía el total de animales muertos es de 20.000. Sobre la elevada incidencia de la lengua azul en la sierra sevillana, indicó que la Universidad de Córdoba está estudiando qué problemas añadidos puede haber en esa zona para que el rebrote se haya producido con tanta fuerza.

Respecto a la aplicación de la vacuna, anunció que espera que esté disponible en la segunda mitad de este mes y que en ese momento se vacunará a toda la cabaña andaluza.

Por otra parte, el consejero reconoció un problema de coordinación a la hora de recoger con rapidez los animales muertos de las explotaciones. Según Saldaña, se ha obligado a la empresa de transportes que los recoge a mejorar la coordinación con las OCA y así se está haciendo ya.

El consejero también hizo referencia al descenso en el consumo de carne de cordero, y en este sentido insistió en que esta enfermedad nada tiene que ver con problemas de salud humana.

Por otro lado, anunció que en la reunión de la conferencia sectorial de agricultura que se celebrará el próximo lunes se tomarán decisiones de apoyo y ayuda para luchar contra la lengua azul. Afirmó que "se van a pagar las indemnizaciones muy rápido, se va a hacer el adelanto del pago de la prima acoplada al sector ganadero y se van a dar entre 5 y 6 euros por cabeza para luchar contra el problema facilitando que las ovejas se alejen de espacios húmedos donde puedan contagiarse".

Mientras tanto, los ganaderos del Guadiato mostraron su preocupación ante una rápida propagación de la enfermedad, ya que el periodo de incubación es de cinco a diez días. "La temperatura es idónea, ahora es la punta de iceberg, se nos va a caer el mundo encima", decían algunos de los asistentes a la reunión de Peñarroya.

Ventura Madueño, representante de la asociación de defensa ganadera del Valle del Guadiato, se preguntó por qué "los veterinarios llegan a nuestra explotación asegurando que es lengua azul, toman muestras de sangre, el laboratorio se eterniza y no nos dan el resultado", lo que les hace dudar de la actuación de la Junta, que es a quien se remiten los resultados.

Madueño, que explicó a los asistentes a la reunión de Peñarroya el manual práctico de operaciones en la lucha contra la lengua azul, explicó al término de la misma que "estamos creando un reservorio del virus, puesto que las ovejas enfermas son la despensa para que se infecten las cercanas", e informó de que "la Unión Europea establece que el veterinario puede determinar si se está ante un caso de lengua azul solo con los síntomas, sin esperar al resultado de los análisis". Por su parte, Antonio Camacho, inspector veterinario de la OCA, y Ana Anguiano, directora de la misma, comentaron que hasta ahora, de las 238.000 cabezas de ganado ovino, ha habido unas 2.500 bajas.