Entrevista

Raji Sourani, abogado de Gaza: "Hay una ola de demandas contra los Estados que apoyan a Israel"

Ha visitado España tras sufrir varios ataques y escapar de de la Franja hacia Egipto - Participa en la demanda contra Israel por genocidio en La Haya

El abogado palestino Raji Sourani, en Madrid, el pasado 15 de marzo.

El abogado palestino Raji Sourani, en Madrid, el pasado 15 de marzo. / Alba Vigaray/EPE

Mario Saavedra

Raji Sourani ha visto la muerte muy de cerca en los últimos meses. El abogado palestino de prestigio internacional (tiene la orden del mérito de Francia y el premio Robert F. Kennedy de Derechos Humanos) residía en Gaza hasta el pasado mes de diciembre. Decidió escapar después de sufrir dos bombardeos; uno destruyó parcialmente su hogar. Lo intentó durante varios días en los que vio, dice, decenas de personas que caían bajo los disparos del Ejército israelí. 

Sourani reside ahora temporalmente en El Cairo (Egipto). Desde allí sigue dirigiendo el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR), que documenta e investiga vulneraciones de derechos humanos y ofrece ayuda legal a víctimas, y que ha contado con ayuda en forma de subvenciones del Ministerio de Exteriores de España. Participa en la demanda contra Israel por genocidio en la Corte Internacional de Justicia. 

El pasado viernes visitó España, donde se reunió con la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, y con la Fundación de los Abogados de Atocha, interesada en ayudar en la batalla legal alrededor de la guerra de Gaza. Sourani (Gaza, 1953) recibió a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del mismo grupo editorial, en un hotel junto a la calle más bulliciosa de Madrid, la Gran Vía. 

¿Cómo se encuentra?

Cuando vengo a España me siento muy bien. Hay un espíritu único. Y no sólo en el Gobierno, sino en la gente. A menudo te preguntas: ¿tenemos razón o estamos equivocados? Lo que ocurre en Gaza, ¿es una cuestión de leyes o de política? Reconforta darse cuenta de que la gente te apoya. Con toda la sangre y las pérdidas de vidas humanas, esto te da una fuerza extra y te hace ver que no tienes derecho a renunciar. 

¿A qué ha venido?

Una visita relámpago para ver a la vicepresidenta Yolanda Díaz y para encontrarme con los grupos parlamentarios y con algunos de los Abogados de Atocha, que querían saber más sobre nuestra lucha legal y quieren colaborar.

¿Van a hacer algo?

Hay una eclosión de casos legales por toda Europa. Empezó en Países Bajos [deberán dejar de suministrar a Israel piezas para los aviones de combate F-35 que las fuerzas israelíes utilizan en Gaza, según el dictamen de un tribunal que acogió un recurso presentado por organizaciones de derechos humanos]. Y pronto veremos casos en Alemania, Italia, Suecia, quizá España e Irlanda…

¿Casos de qué tipo?

Casos en los que se recurre no a la Corte Penal o la Corte de Justicia Internacional, sino a la jurisdicción universal o a las propias medidas provisionales ordenadas por La Haya: que terminen las matanzas de civiles, se permita la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y se ponga fin a la hambruna. Los Estados firmantes no pueden contradecir las medidas preventivas, y algunos lo están haciendo. 

¿Qué le dijo Yolanda Díaz?

Reafirmó su posición en contra del genocidio y a favor del imperio de la ley. Dijo que quiere ver que se avanza en el reconocimiento del Estado palestino. Y hablamos de otros asuntos en los que España puede forzar a Israel; no convencerla, sino forzarla. Que España lidere las iniciativas para detener este genocidio en Gaza, que terminará en otra Nakba [expulsión de los palestinos]. 

¿Qué tipo de medidas?

Pensar seriamente en activar el artículo 2 del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel [sobre “el respeto a los derechos humanos y a los principios democráticos” de las partes]. Gracias a ese acuerdo, Israel realiza un 63% de sus exportaciones sin aranceles, puede participar de Eurovisión o en los intercambios académicos, hermanar ciudades o jugar en la Liga europea. 

Pero, ¿puede España activarlo unilateralmente?

Pueden hacerlo de forma colectiva o individual. No hace falta consenso. España puede paralizar la exportación de armamento a Israel.

Huida de Gaza

Ha sufrido dos ataques en Gaza durante esta guerra. ¿Sabe si usted era objetivo?

Yo estoy en una lista negra en Israel. No puedo acceder a Israel o a Cisjordania desde 1999. Nos llaman “terroristas con traje”, dicen que usamos mal la ley internacional humanitaria o que hacemos “lawfare”. Creo que fueron a por mí, según todos los indicios. No había nada sospechoso a mi alrededor cuando bombardearon mi casa. Después fui a casa de mi hermano, y bombardearon allí también. Esa vez destruyeron la estación de policía y una mezquita. Fueron siete cohetes, no uno o dos. 

¿Destruyeron su casa?

Parcialmente. Si hubiera estado en el lugar donde suelo trabajar y no me hubiera movido dos o tres minutos antes, no estaría aquí ahora. 

¿Cuándo decidió salir de Gaza?

Tras el segundo ataque, muchos amigos me pedían que saliera. También amigos estadounidenses y europeos. Me decían: “Raji: van a por ti”. Ni mi mujer ni mis hijos querían abandonarme. Tenía un dilema.

El abogado palestino Raji Sourani, en Madrid.

El abogado palestino Raji Sourani, en Madrid. / Alba Vigaray / EPE

¿Cómo consiguió salir?

Primero intenté ir por la playa hacia la parte sur de Gaza. Pero empezaron a disparar. Vi cómo mataron a mucha gente delante de mí. No sé a cuántos. 

Los vio morir…

Sí. Había disparos tanto de los tanques como desde los barcos. Decidí darme la vuelta. Dos días después lo intenté a través de la carretera Salah al Deen. Pero recibí una llamada de teléfono de un ex trabajador. “¡¿A dónde vas, Raji?!” Yo le dije que a Jan Yunis, el Ejército dice que está abierto y que es seguro. Él me dijo: “¡date la vuelta inmediatamente, no discutas, están disparando a todo el mundo! Tengo 12 primos muertos y no podemos ni recuperar sus cadáveres”. Le hice caso.

¿Y después?

Me llamó un funcionario del Gobierno y me dijo que no me moviera solo por ahí. Que yo estoy en una lista negra y las cámaras de seguridad israelíes me podían identificar inmediatamente. Llamó a los israelíes y consiguió coordinar mi salida. Fui en mi coche pegado a un coche de la UNRWA hasta Jan Yunis. Estuve allí una semana. Conseguí el visto bueno de egipcios e israelíes y conseguí atravesar el paso de Rafah.

¿A cuánta gente permite Israel salir de Gaza?

A unas 300 o 400 personas al día. Pero en Gaza hay familias enteras que están siendo asesinadas. Borradas de la faz de la tierra. Algunos no han podido ni ser enterrados. En ese sentido, soy afortunado porque sigo respirando y estoy vivo. 

Juicios contra Israel

¿Contribuye a los casos contra Israel en la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional?

Estoy muy orgulloso de formar parte del equipo legal del caso de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia. No hay otra iniciativa igual: cuentan con apoyo político rotundo de las altas instancias del país. Son descendientes de Nelson Mandela, que dijo que no habría libertad para Sudáfrica si los palestinos no consiguen la suya. Son leales al imperio de la ley y a la dignidad del ser humano. Tienen la autoridad moral de haber vencido al colonialismo y al Apartheid. Ahora defienden a los palestinos en la Corte de Justicia contra el crimen excepcional de genocidio. Es un mensaje duro contra el Occidente colonialista y racista: que hay un imperio de la ley, dignidad del ser humano y no se puede ser selectivo y politizar esas leyes.

¿Qué cree que va a ocurrir ahora en ese tribunal?

Ningún tribunal tiene armas ni dientes, son los Estados los que los tienen para implementar sus decisiones. Creo que hay un fallo moral de la comunidad internacional, quizá salvo cinco países en Europa, España, Bélgica, Irlanda, Luxemburgo y Eslovenia. Son excepciones a la norma.

Israel en la Corte Internacional de Justicia.

Israel en la Corte Internacional de Justicia. / Remko de Waal

¿Y sobre la Corte Penal Internacional?

Durante dos años y medio no se han movido un milímetro. Se abrió una investigación en febrero de 2021. Somos críticos. No quería reunirse con nosotros el fiscal general. Finalmente nos reunimos con él.

Con Karim Khan…

Tres horas de reunión en las que le dije que la Corte Penal no es una invención palestina, es la crème de la crème de la experiencia humana. Si se hubiera movido antes, estoy seguro de que eso habría disuadido a los israelíes. Estoy seguro de que su falta de acción para que los que están cometiendo los crímenes de guerra sean juzgados los ha incitado y les ha hecho sentir que son inmunes. Tenemos el conflicto mejor documentado del mundo, y no ha abierto el caso ni cogido los documentos. Desde que comenzó esta ofensiva, y a pesar de que todo el mundo habla de genocidio, no ha hecho nada…

¿Qué dijo?

Él intentó poner excusas que ya conocemos. Pero para las víctimas de Gaza es demasiado tarde. ¿A qué más espera? Si ya han matado a más de 30.000 personas, 14.000 niños, 85.000 heridos. La destrucción de más del 80% de Gaza, los desplazamientos masivos, la hambruna. ¿Y no hace nada? ¿A qué espera? Cada minuto que pasa perdemos mujeres, niños, casas destruidas, hospitales atacados.

¿Es optimista sobre que alguno de los dos tribunales haga algo tras lo ocurrido?

Los abogados tenemos una regla: nos comprometemos a hacer nuestro trabajo lo mejor posible, pero no a conseguir unos resultados concretos. Creemos que estamos en el lado correcto de la historia, que defendemos una causa justa. Las vidas de los palestinos importan. Somos revolucionarios románticos que creemos en el imperio de la ley. La alternativa es la ley de la jungla. Hablo de optimismo estratégico. No tenemos derecho a parar. No creo que el Estado palestino y la ocupación vayan a terminar por una decisión judicial. No hay precedente en la historia. Pero creemos que nuestro trabajo recordará a todo el mundo de la dignidad del hombre, del imperio de la ley, y del origen, la ocupación y el derecho de autodeterminación de los palestinos. No es charlatanería. Es una discusión honesta legal basada en la fórmula de los hechos, los estándares legales.