Israel-Hamás

Francotiradores en Gaza: así mataron a la joven Hadeel y salvaron al pequeño Hazem

Una investigación de Al Jazeera muestra la muerte por disparos de francotirador de la joven Hadeel Haroun Abu (20 años) mientras la multitud intenta rescatar a su primo Hazem Abu (4 años). Hay decenas de ataques similares.

"Superan los límites de lo permitido por las leyes internacionales de la guerra y la propia doctrina operacional de Israel”, interpreta Rob Geist Pinfold, doctor en estudios estratégicos de la Universidad de Durham (Reino Unido)

Un hombre trata de rescatar a un niño tiroteado en Gaza.

Un hombre trata de rescatar a un niño tiroteado en Gaza. / AL JAZEERA

Mario Saavedra

La imagen se repite con frecuencia desde que Israel lanzó la guerra contra Hamás en Gaza y las incursiones militares en Cisjordania. Personas aparentemente desarmadas son disparadas en plena calle y caen mientras otros transeúntes tratan rescatarlas bajo las balas. Cuando intentan acercarse, el francotirador sigue disparando. En ocasiones, los que van a salvar a los caídos, mueren. En otras, consiguen rescatarlos, enganchados con cuerdas o arrastrándose hasta ellos. 

Es lo que ocurrió el pasado 31 de diciembre, por ejemplo, en Ciudad de Gaza, según una investigación presentada este domingo por la televisión Al Jazeera. 

En las imágenes se ve el cuerpo de una mujer desplomado en el suelo, sin vida, y un niño aparentemente herido que mueve la cabeza mientras varios hombres intentan rescatarlo. Cuando se acercan, el francotirador autor de la matanza sigue disparando. Lanzan al niño cables y trozos de madera para que se agarre. Finalmente lo consigue, y es sacado de la zona de peligro. Luego, un hombre lo coge en brazos y se lo lleva. 

[Las imágenes de este artículo pueden herir su sensibilidad]

La joven, Hadeel Haroun Abu al Qara, de 20 años, murió por los disparos. Era estudiante del primer año de Medicina de la Universidad Islámica de Gaza (ahora destruida). El niño, que se salvó, era su primo Imad Hazem Abu al Qara, y tiene cuatro años. Hadeel acompañaba a su prima Imad a un supermercado cercano a comprar comida, según el relato de la familia a la Agencia Sana. 

Según el relato de los familiares y los testigos que relata la cadena catarí, un francotirador israelí los disparó mientras caminaban en la intersección Abu Iskandar del barrio gazatí de Sheikh Al-Radwan. Al Jazeera afirma a preguntas de este diario la autenticidad del vídeo, que no es el único que han recibido, verificado y emitido que muestra los disparos de francotiradores. 

El Ejército israelí (Fuerzas de Defensa de Israel) no ha respondido, al cierre de esta edición, a las preguntas de este diario sobre ese caso u otros similares. 

“Este tipo de ataques estarían claramente fuera de los límites de las leyes internacionales de la guerra y de la propia doctrina operacional de Israel”, explica a este diario Rob Geist Pinfold, doctor en estudios estratégicos de la Universidad de Durham (Reino Unido) y especializado en estrategia de seguridad de Israel. “Es muy difícil saber cómo de generalizados son, pero creo que el problema de fondo es que Israel ha relajado las reglas de ataque (rules of engagement) en esta guerra. Prioriza la protección de sus soldados, y el resultado en el mundo turbio de la guerra urbana es que los soldados a menudo disparan allá donde creen que puede haber una amenaza. Desgraciadamente, muchas de esas veces los disparos no estaban justificados”. 

El analista británico-israelí apunta a que el cambio de doctrina quedó expuesto en la muerte por disparos de soldados de tres rehenes israelíes que estaban en manos de Hamás y que habían conseguido escapar. A pesar de que iban medio desnudos para dejar claro que no portaban armas, con bandera blanca y gritando en hebreo, las tropas de las FDI les dispararon y los mataron en el acto. 

El pasado 10 de octubre, el ministro de Defensa israelí Yoav Gallant anunció una ofensiva total contra Gaza y dijo: “He levantado todas las restricciones, retomamos el control del área y vamos a movernos hacia una ofensiva total”.

Decenas de denuncias sobre tiroteos a civiles

Los asesinatos a tiros de civiles desarmados de los que se tiene noticia se cuentan por decenas.

La cadena británica ITV grabó el momento en que francotiradores dispararon y mataron a un hombre, Ramzi Abu Sahloul, que estaba dando una entrevista y portaba una bandera blanca.

El pasado 22 de diciembre, el Patriarcado Cristiano de Jerusalén denunció que dos mujeres palestinas (Nahida y su hija Samar) habían muerto en un ataque perpetrado por un francotirador israelí en el interior de la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza. Las familias cristianas de la Franja se habían refugiado allí tras el comienzo de la ofensiva del pasado 7 de octubre. 

Las denuncias de ataques de francotiradores contra civiles no se circunscriben a la Franja de Gaza, una de las tres partes de los territorios palestinos ocupados ilegalmente por Israel, junto a Jerusalén Este y Cisjordania. El pasado 29 de noviembre, dos niños murieron por disparos durante una incursión del Ejército israelí en la ciudad cisjordana de Jenin. Se llamaban Adam Samer al Ghoul (ocho años) y Basil Suleiman Abu al Wafa (15 años). 

En uno de los vídeos, posteriormente verificado por CNN, se ve cómo el niño de ocho años recibe un disparo mientras se encuentra en la calle, y arrastrado detrás de un coche por otro menor, dejando un reguero de sangre en su camino. 

Otro de los casos ilustrativos de esta práctica habitual se produjo el pasado 19 de octubre. Fuerzas militares y de la Policía de Fronteras israelíes asaltaron durante 30 horas el campo de refugiados de Nour Shams, en Tulkarem (Cisjordania). Mataron a al menos 13 palestinos. 

Una de las personas que murieron fue Taha Mahamid, de 15 años, a quien las fuerzas israelíes acribillaron a tiros delante de su casa cuando salió a ver si las fuerzas israelíes se habían marchado. Según testimonios de testigos y vídeos que ha examinado Amnistía Internacional, Taha iba desarmado y no representaba ninguna amenaza para los soldados en el momento en que le dispararon. En un vídeo filmado por una de sus hermanas y verificado por Amnistía Internacional, se ve a Taha caminando por la calle, asomándose para comprobar la presencia de soldados y luego cayendo en la calle, delante de la casa, después de que se oyera el sonido de tres disparos.

Cuando Ibrahim Mahamid, el padre de Taha, intentó poner a salvo a su hijo herido, las fuerzas israelíes le dispararon en la espalda.

En esta guerra en Gaza (la quinta gran ofensiva en la Franja desde el ascenso de Hamás al poder), Israel ha matado a al menos 28.000 personas y herido a 67.000, según los últimos datos publicados en el informe diario de Naciones Unidas con cifras del Ministerio de Salud palestino. Es la represalia israelí por el peor ataque de Hamás en la historia de Israel, en el que fallecieron alrededor de 1.150 personas.

Hay cerca de 1,7 millones de personas desplazadas. El grueso está refugiado en la ciudad de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, o en tiendas improvisadas en la zona. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha ordenado prepararse para asaltar ese último reducto de los civiles en Gaza.