Freno a la deuda

Scholz zanja la crisis de coalición en Alemania con recortes y más austeridad

El gobierno germano no prevé una nueva suspensión del freno a la deuda y planea un recorte de 17.000 millones de euros en diversas partidas

El canciller alemán, Olaf Scholz.

El canciller alemán, Olaf Scholz. / EFE

Gemma Casadevall

"Tendremos que pasarnos con menos dinero para alcanzar nuestros objetivos", admitió el canciller alemán, Olaf Scholz, tras dar por zanjada la crisis de coalición y presupuestaria que desde hace cuatro semanas atenazaba a su tripartito entre socialdemócratas, verdes y liberales. El anuncio vino tras una última y maratoniana noche de negociación con sus ministros de Finanzas, el liberal Christian Lindner, y de Economía y Protección del Clima, el verde Robert Habeck.

El vencedor fue Lindner. Según Scholz, en 2024 no habrá una nueva suspensión del freno a la deuda -el caballo de batalla de los liberales-, sino un recorte de 17.000 millones de euros en diversas partidas. Se garantiza que Ucrania seguirá contando con la ayuda alemana "todo el tiempo que sea preciso", en palabras del canciller, lo que se traduce en 8.000 millones de euros en armamento y 6.000 millones para los refugiados -Alemania acoge a cerca de un millón y medio de ucranianos-. No habrá recortes en prestaciones sociales, lo que garantiza cierta paz para los socialdemócratas de Scholz. Pero sí se recortarán recursos del Fondo para la Protección del Clima y Transformación (KTF). Serán 43.000 millones de euros los que se le restarán, a repartir en los presupuestos hasta 2027.

Los perdedores de la batalla han sido los Verdes, lo que se reflejaba incluso en el abatido rostro y los ojos agotados de Habeck, el titular de Economía. "Mantendremos el objetivo de la transformación y la protección climática", garantizó Scholz, tras insistir en que se defenderán los tres objetivos prioritarios de su coalición: cohesión social, solidaridad con Ucrania y descarbonización.

Sentencia del Constitucional

Que el principal sacrificio sería para el ministerio de Habeck se esperaba. La crisis de coalición surgió a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional que bloqueó 60.000 millones de euros que debían transferirse en los próximos años al KTF y procedentes de un fondo especial contra la pandemia. Dicha operación vulneraba el principio constitucional del freno a la deuda, sentenció la Corte, en respuesta a una demanda de la oposición conservadora.

Fue un golpe político y económico y un revés a la credibilidad tanto de Lindner como de Scholz, quien antes de canciller fue ministro de Finanzas. Por tanto, debería haber sido consciente de que esa operación no pasaría la prueba del Constitucional. El efecto inmediato es un presupuesto adicional para este 2023 -que se someterá al Parlamento esta semana-, así como un aplazamiento para la aprobación del de 2024.

El freno a la deuda impone que el endeudamiento no debe superar el 0,35% del producto interior bruto (PIB), salvo en situaciones de emergencia. Para los Verdes el instrumento debería reformarse o eliminarse. Los socialdemócratas aprobaron en su congreso federal del pasado fin de semana una resolución a favor eliminarlo. Por lo pronto se mantiene, lo que es un triunfo para Lindner, cuyo partido es el más debilitado del tripartito. La intención de voto de los liberales se sitúa en el 5%, el mínimo para obtener escaños.