Cerco a la ultraderecha

Brasil: se conocen las tres primeras condenas por el intento de golpe de Estado del 8-E

Dos de los reos fueron sentenciados a 17 años de cárcel, mientras que el tercero recibió una pena de 14 años

La Justicia sienta en el banquillo a los primeros acusados de la asonada contra Lula

La Justicia sienta en el banquillo a los primeros acusados de la asonada contra Lula

Abel Gilbert

El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil condenó este jueves a los tres primeros acusados por participar del intento de derrocamiento de Luiz Inacio Lula da Silvia, el pasado 8 de enero, una semana después de haber tomado posesión de su cargo. El máximo tribunal consideró a los bolsonaristas culpables de los delitos de asociación criminal, golpe de Estado, abolición del Estado democrático de Derecho, daños cualificados a bienes federales y deterioro de bienes catalogados como consecuencia de los actos vandálicos en las sedes del Ejecutivo, el Congreso y el mismo STF, en Brasilia. A su vez, se le impuso multas millonarias a los ultraderechistas. El empleado público Aécio Lúcio Costa Pereira, de 51 años, y Matheus Lima de Carvalho Lázaro, de 24 años, fueron condenados a 17 años de cárcel, mientras que Thiago de Assis Mathar, de 43 años, recibió una pena de 14 años de cárcel.

Pereira, quien había acampado frente a un cuartel del Ejército en San Pablo, para impugnar la victoria electoral de Lula, fue uno de los que invadió la sede del Senado e incluso grabó un video en el que aparece sentado en la Mesa Directiva de esa cámara. Vestía una casaca con la consigna "intervención militar federal". Frente a su propia cámara dijo: "Quien no creyó, aquí estamos. Quien no me creyó, yo también estoy aquí, ¡maldito sea!". Esa filmación funcionó en los hechos como una acción auto incriminatoria que, dijo el juez Cristiano Zanin, “no deja dudas sobre su empresa criminal".

A su vez, fue detenido en la frontera con Paraguay el bloguero Wellington Macedo de Souza, uno de los condenados por intentar hacer estallar una bomba cerca del Aeropuerto Internacional de Brasilia.

Varios frentes judiciales

Las primeras sentencias se conocen en momentos que avanza el cerco alrededor del expresidente Jair Bolsonaro, no solo por su presunta relación con los episodios del 8E sino con otras causas como el intento de apropiarse de regalos de otros países y las decisiones que tomó durante la pandemia que mató 704.659 personas. De hecho, ya ha sido inhabilitado para ejercer cargos públicos por ocho años. Su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, señaló, al enterarse de los dictámenes del STF que los jueces "quieren insistir en la tesis de que hay un cerebro intelectual de todo esto y no lo hay. Simplemente no lo hay. Quieren decir que es Bolsonaro, pero como no hay pruebas". Como parte de esa hoja de ruta, añadió, intentan forzar acuerdos de delación de algunos arrestados.

El caso Cid

A ningún analista se le pasó por alto que Bolsonaro Jr hablaba del caso del teniente coronel Mauro Cid, quien se desempeñó como más que un secretario del entonces presidente, encargado a veces de gestiones públicas y otras que recomendaban el máximo sigilo. Cid ha llegado a un entendimiento con la Policía Federal para colaborar en varias investigaciones que involucran al excapitán del Ejército. El oficial se encontraba detrás de las rejas desde mayo pasado por haber falsificado su cartilla de vacunación y la del propio Bolsonaro para poder viajar juntos a Orlando, Florida, después de la derrota en las urnas ante Lula por 1,8 puntos de diferencia.

La justicia dispuso su excarcelación y debe presentarse cada semana ante el tribunal. Lo que salga de su boca tendrá consecuencias judiciales y políticas. No solo el hijo del expresidente tiene esa impresión. De acuerdo con la revista Veja, Cid ya le contó a PF que entregó a su exjefe parte del dinero de la venta de relojes de lujo recibidos del Estado saudí. Ese dinero fue depositado en la cuenta del padre del oficial, el general retirado Mauro Lourena Cid, quien luego se lo dio en mano a Bolsonaro. El exmandatario ha negado haber recibido 68.000 dólares. Sus abogados insisten en que nunca se apropió ni malversó bienes públicos".

 De acuerdo con la revista 'Carta Capital', la delación premiada del teniente coronel tiene acorralado a Bolsonaro.  "Cada día surgirán más elementos y estaremos más seguros de que había un plan de golpe de Estado en el cual el expresidente estuvo involucrado hasta los dientes" dijo el propio Lula, días atrás al enterarse de las novedades del caso Cid. Las primeras sentencias del STF llegan cuando la popularidad de Lula llega al 38%. Un 31% de los entrevistados por la consultora Datafolha desaprueban su gestión. Entre ellos se encuentra buena parte de la base electoral de la ultraderecha.

A pesar de que su líder busca pasar inadvertido, el bolsonarismo es una realidad en Brasil. Reinaldo Azevedo, columnista de Folha de San Pablo recuerda que, además de ser una fuerza que participa de los comicios, es una ideología. El expresidente puede mantenerse en silencio, pero otros hablan en su nombre. El diputado federal Nikolas Ferreira se ha puesto una peluca rubia para burlarse de las personas trans, y su colega en la cámara Gustavo Gayer ha llegado a decir que el "coeficiente intelectual de los monos" es superior al de los africanos. "Aunque esta metafísica del atraso los engloba, es mucho más amplia y está más arraigada en la sociedad de lo que muchos creen".