l progresista Pier Luigi Bersani, líder del Partido Democrático (PD) ha recibido el encargo de dotar a Italia de un Gobierno, aún sin contar con una mayoría parlamentaria, fruto de los resultados de las elecciones de febrero.

El presidente de la República, Giorgio Napolitano, se lo confió el viernes, después de haber recibido las opiniones de todos los partidos, que por un lado rechazan la convocatoria de nuevas elecciones pero paralelamente neutralizan la formación de una mayoría clara a causa de vetos entrecruzados.

Con 345 diputados y 123 senadores, el PD es el partido que consiguió mejores resultados en los comicios, aunque para el Senado significa solo la mayoría relativa. “El recorrido institucional que tenemos por delante nos afecta a todos, no es solo un asunto nuestro”, dijo Bersani, que espera resolver su difícil papeleta a partir de un programa de Gobierno mínimo y de unas reformas constitucionales indispensables.

Un guiño a los 'grillitos'

El programa de mínimos incluirá, según ha anticipado el político, los principales aspectos que reivindican los indignados del Movimiento 5 Estrellas (M5S), fundado por el cómico Beppe Grillo, que hizo una campaña electoral al grito consignas como la siguiente: “estáis acabados, partidos, iros a vuestras casas”. En las elecciones sacaron 109 diputados y 54 senadores, sustraídos a conservadores y progresistas.

Para el paquete de reformas electorales (reducción de los parlamentarios, de los sueldos, simplificación de la estructura estatal, ley electoral), Bersani necesitará el apoyo de los conservadores de Silvio Berlusconi, que apuntan solo a una gran coalición de Gobierno en la que ellos participen.