Los líderes de las seis monarquías árabes del golfo Pérsico han celebrado este lunes una reunión consultiva en Riad, capital de Arabia Saudí, para examinar un proyecto de unión que podría agrupar en un mismo estado a este país y Bahréin.

Los participantes deben debatir un estudio sobre "el paso de la fase de cooperación a una fase de unión" entre los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que agrupa también a los Emiratos Árabes Unidos, Oman, Kuwait y a Qatar, según declaró el secretario general del organismo, Abdelatif Zayani.

Esta unión es "la respuesta a los cambios y a los desafíos que afrontamos en el plan regional e internacional", ha declarado el rey de Bahréin, Hamad Ben Issa Al-Jalifa, poco antes de la apertura de la cumbre que se celebra a puerta cerrada.

Inquietud en la oposición chií

La idea de una unión, lanzada en diciembre por el rey Abdalá de Arabia Saudí, se produce en un contexto de tensión en las relaciones con Irán, acusado por sus vecinos árabes de ingerencia en los asuntos internos. "La opción de una unión es una urgencia", había declarado el domingo el primer ministro de Bahréin, Jalifa ben Salmane Al-Jalifa, cuyo país afronta desde hace un año un movimiento de contestación animado por la oposición chií.

El dirigente añadió que los países del CCG deberían "reforzar su coordinación en el área de la seguridad y militar, dotándose de una estructura unificada para garantizar su defensa", dando a entender que el proyecto debería arrancar incluyendo a Arabia Saudí y Bahréin. La idea de esta unión suscita una gran inquietud entre la mayoría chií. El jeque Alí Salmán, líder de Wafaq, el principal grupo político de la oposición chií, ha exigido que el proyecto sea sometido a referendo popular.