La hecatombe electoral sufrida por la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la cancillera Angela Merkel, en las elecciones del land de Renania del Norte-Westfalia celebradas ayer fue mayor de lo que las previsiones anunciaban. Las encuestas le concedían cerca del 30% de los votos, pero los primeros resultados situaban a los cristianodemócratas en el 26%, mientras los socialdemócratas del SPD, encabezados por Hannelore Kraft, rozaban el 40%. Con estos resultados, el SPD volverá a formar Gobierno con Los Verdes, en el estado federado más poblado de Alemania, con 18 millones de habitantes.

El candidato cristianodemócrata, Norbert Röttgen, ministro de Medio Ambiente en el Gobierno de Merkel, asumió su derrota como algo personal. Lo hizo solo 10 minutos después de que las televisiones públicas difundieran sus primeras estimaciones de voto a las 18.00 horas, al cierre de los colegios electorales, al tiempo que anunció su dimisión como máximo responsable del partido en la región. "Es una amarga derrota; ha sido mi campaña, mi derrota personal y mi responsabilidad", afirmó, para evitar que las críticas se dirigieran hacia Merkel, quien, como jefa del partido cristianodemócrata, apostó por él. Solo unos minutos después, la secretaria general de los socialdemócratas, Andrea Nahles, afirmó que los resultados electorales de ayer eran "una gran derrota para Angela Merkel".

Los liberales (FDP), socios de la cancillera en el Gobierno federal, han obtenido el 8% de los votos, lo que constituye una gran victoria, ya que las encuestas les llegaron a situar por debajo del 5% de votos y, por lo tanto, fuera del Parlamento de Düsseldorf.

PIRATAS AL ALZA Las elecciones de ayer confirman, además, la imparable ascensión de los Piratas que, con un porcentaje similar al obtenido por los liberales, entrarán en la Cámara regional renana, el cuarto éxito consecutivo del joven partido, después de formar grupo parlamentario en Berlín, Sarre y, la semana pasada, en Schleswig-Holstein.

Merkel suele decir que las elecciones en los länder son solo elecciones regionales, y que no tienen consecuencias en las generales. Sin embargo, esta afirmación es incierta en un país donde el Senado, el Bundesrat, es una verdadera Cámara de representación territorial, integrada por representantes elegidos en las elecciones regionales, que puede parar proyectos legislativos del Gobierno federal.

Las elecciones de ayer en Renania del Norte-Westfalia eran para Röttgen una importante prueba para valorar sus posibilidades de ser, algún día, candidato a la cancillería, pero los desastrosos resultados pueden acercarle al final de su carrera política.

En cambio, para Hannelore Kraft, el éxito de ayer podría significar todo lo contrario. Su partido aún no ha decidido quien será el candidato que disputará la cancillería a Merkel en otoño del año próximo.