La ciudad de Rada se sumó ayer a la serie de poblaciones yemeníes que han caído en manos de Al Qaeda en los últimos meses, mientras el régimen del presidente Alí Abdalá Saleh ha estado reprimiendo con crudeza las manifestaciones opositoras. Combatientes de Al Qaeda tomaron Rada en una noche y dieron así un paso de gigante en su avance hacia la capital de Yemen, Saná, a 130 kilómetros al sureste de Rada.

Fuentes de la localidad informaron de que más de mil hombres de Al Qaeda habían invadido Rada, en la provincia de AlBayda, cerca de la estratégica autopista que conecta Saná con las regiones del sur y el suroeste de Yemen. Hasta ahora, Al Qaeda había conquistado solo ciudades del sur y del este del país.

"Al Qaeda ha tomado Rada y ahora ostenta el poder aquí .... Las fuerzas de seguridad del Gobierno se han retirado a sus bases y los combatientes están en los controles militares de dentro y fuera de la ciudad", dijo a la agencia France Presse un representante de las autoridades locales bajo condición de permanecer en el anonimato.

Los militantes de Al Qaeda tomaron los cuarteles generales de la policía y la cárcel central, de donde liberaron a decenas de presos, muchos de ellos integrantes del grupo fundado por Osama bin Laden. Según un jefe tribal de la zona de Rada, dos policías fueron asesinados en la toma de la prisión y más de 100 reclusos pudieron escapar.

TIROTEO Dos personas más murieron poco después en un tiroteo entre hombres armados y combatientes de Al Qaeda. La toma de Rada, que empezó el domingo por la noche, se llevó a cabo sin resistencia, según los jefes tribales de la zona. "Casi no se han producido enfrentamientos", comentó el jeque Ammar al-Teiri, un líder local. "Hemos advertido a las autoridades sobre la amenaza de Al Qaeda durante meses, les hemos dicho que sus acciones y su comportamiento indicaban que tenían intención de tomar la ciudad .... El Gobierno ya no pinta nada aquí", subrayó Teiri. Los líderes tribales unieron sus fuerzas para proteger la ciudad del ataque de Al Qaeda, "pero aparecieron tantos combatientes que nos quedó claro que, al menos aquí, son más fuertes que el Estado", dijo Teiri.

Al Qaeda nombró ayer mismo a un emir (príncipe) que gobernará Rada. El elegido fue Tareq al Dahab, cuñado del clérigo Anwar al Awlaqui, de nacionalidad estadounidense y asesinado el 30 de septiembre en Yemen, en un bombardeo lanzado presuntamente por un avión norteamericano no tripulado. Según Washington, Awlaqui era el líder de las operaciones de Al Qaeda en la península Arábiga.

Este grupo y sus aliados en territorio yemení, los Partidarios de la sharia (ley islámica), se han beneficiado del último año de protestas contra Saleh --que han costado la vida a 1.800 personas y han puesto al país al borde de la guerra civil-- para ganar terreno en el país. La oposición acusa a Saleh de permitir que Al Qaeda tome ciudades para convencer a las cancillerías occidentales de que, sin él, Yemen caerá en manos de los extremistas.