Por primera vez desde que se inició la revuelta libia, el pasado 17 de febrero, los rebeldes abrieron hoy la posibilidad de un alto el fuego con condiciones, justo cuando la situación en el frente de batalla parece enquistada. En una rueda de prensa en un hotel en Bengasi, capital de los sublevados, el presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT), Mustafa Abdelyalil, anunció que los rebeldes están dispuestos a observar un alto el fuego, siempre y cuando las fuerzas del líder libio, Muamar el Gadafi, levanten el cerco a algunas ciudades. "Las tropas de Gadafi deben abandonar sus posiciones alrededor de las ciudades (sitiadas) y el cerco tiene que ser levantado", afirmó Abdeyalil, antiguo ministro de Justicia con Gadafi, en una rara comparecencia ante los medios de comunicación. Abdelyalil hizo este anuncio acompañado por el enviado especial de la ONU, el diplomático jordano Abdelilah al Jativ, que hoy visitó Bengasi, tras viajar ayer a Trípoli y entrevistarse con el primer ministro libio, Mahmudi Bagdadi. El dirigente de los revolucionarios consideró, además, que para que se cumpla ese alto el fuego el régimen de Gadafi "debe permitir libertad a la gente para que exprese sus puntos de vista". "No puede haber un alto el fuego mientras haya mercenarios y soldados en los tejados", subrayó Abdelyalil. Y acto seguido advirtió de que si no se cumplen las condiciones, "que la gente del centro y del occidente del país sepa que la revolución irá hacia ellos". Precisamente el alto el fuego ha sido uno de los temas de las conversaciones que el emisario de la ONU ha mantenido entre ayer y hoy con las autoridades del régimen de Gadafi y con los rebeldes. Durante las discusiones con ambas partes "he reiterado los elementos básicos de la resolución 1973" del Consejo de Seguridad de la ONU, apuntó Al Jativ, quien destacó que "cada parte ha dicho que cumplirá el alto el fuego si la otra lo hace". El régimen de Gadafi ha declarado el alto el fuego en varias ocasiones desde el comienzo del conflicto, pero siempre lo ha incumplido. Otros de los asuntos analizados por el enviado del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, fueron la protección de los civiles y de las agencias humanitarias para que puedan acceder a todas las áreas del país para cumplir su misión y que se cumplan "las legítimas aspiraciones del pueblo libio". Se trata de la segunda visita de Al Jativ al este de Libia desde el inicio de las revueltas, ya que la semana pasada viajó a Tobruk, donde se reunió con los dirigente rebeldes. Mientras, durante el día de hoy prosiguieron los combates en Brega, 225 kilómetros al oeste de Bengasi, entre los "gadafistas" y los milicianos rebeldes. El portavoz militar de los revolucionarios, coronel Ahmad Omar Bany, informó a Efe esta mañana de que "los enfrentamientos siguen alrededor de Brega. Las tropas de Gadafi se encuentran en el oeste de la ciudad, a unos 30 kilómetros". En los últimos dos días, los rebeldes han cambiado de estrategia para enfrentarse a los leales al líder libio, ya que han situado a miembros del Ejército en primera línea de batalla, mientras que en segunda línea se encuentran las milicias de voluntarios. Una fuente médica dijo a los periodistas que al menos siete personas de la misma familia fallecieron el miercoles en la aldea de Al Argub, al sur de Brega, por los ataques de la artillería de las tropas de Gadafi. Asimismo, la ciudad de Misrata, 200 kilómetros al este de Trípoli, fue objeto hoy de intensos ataques con obuses por parte de las fuerzas progubernamentales, que también prosiguieron con su cerco a la localidad de Zintan, en el oeste del país y cerca de la frontera con Túnez. Entretanto, la OTAN reveló que sus aviones han efectuado hasta ahora 178 salidas, 74 de ellas relacionadas con ataques a objetivos, desde que ayer, jueves, asumiera el mando de todas las operaciones sobre Libia. En el plano económico, las autoridades rebeldes apuntaron hoy que han firmado un acuerdo con Catar para exportar petróleo y que tienen capacidad para producir un millón de barriles a la semana. El "ministro del Petróleo" del CNT, Alí Tahur, dijo en una rueda de prensa en Bengasi que "Catar ha acordado embarcar el petróleo y comercializarlo". Tahur señaló que el crudo se extrae en la actualidad de los campos del sureste y de las áreas "liberadas" y que pueden producir más de 100.000 barriles al día, por lo que el único problema que tenían era hallar la forma de exportarlo.