Perpetrar los ataques durante la masiva oración del viernes explica el abultadísimo balance de víctimas mortales. Al menos 80 personas fallecieron ayer en asaltos simultáneos llevados a cabo contra dos mezquitas de Lahore, ciudad del noreste de Pakistán, la segunda en importancia del país. Las víctimas pertenecen a los ahmadís, una rama muy minoritaria del islam no reconocida como musulmana en Pakistán al ser considerada herética por las ramas mayoritarias. La autoría, sin confirmación oficial, tiene trazos de corresponder a talibanes vinculados a Al Qaeda.

Hombres armados y cargados de explosivos entraron en las mezquitas ubicadas en los barrios de Model Town, una zona de moda, y de Garhi Shahu, mucho más popular y frecuentada que la primera. Los asaltantes abrieron fuego contra los fieles y lanzaron granadas. Las fuerzas de seguridad tuvieron graves problemas para recuperar el control de ambas mezquitas. En el caso del templo del barrio de Model Town invirtieron más de dos horas. Dos de los tres asaltantes fueron detenidos y el tercero se suicidó.

50 CADAVERES Sin embargo, según los primeros datos facilitados por las autoridades municipales de Lahore, el balance de fallecidos en la mezquita del barrio popular es el más elevado. "Hemos hallado 50 cadáveres", explicó una autoridad local.

Pakistán ha vivido en los últimos tres años una cifra cercana a los 400 atentados, la mayor parte de ellos suicidas, de trasfondo religioso y perpetrados, en su gran mayoría, por talibanes vinculados a Al Qaeda. El balance final roza las 3.000 víctimas mortales. Estas víctimas han sido, generalmente, minorías musulmanas en el país, básicamente chiís aunque también ahmadis, estos últimos víctimas de los ataques de ayer en la ciudad de Lahore. Los ataques suelen llevar el sello suní, la rama mayoritaria y cantera de la organización terrorista Al Qaeda.

PERSEGUIDOS Lahore es la cuna de los ahmadís en Pakistán, una rama denostada por los islamistas más ortodoxos debido a su concepción abierta, liberal y orientada a la ayuda a los desfavorecidos.

Diversas organizaciones vinculadas a la defensa de los derechos humanos han dejado constancia de la la sistemática persecución a la que se ve sometida esta minoría musulmana considerada herética.