El sacerdote montillano Cristóbal Gómez Garrido falleció ayer después de una larga enfermedad que sobrellevó con admirable entereza. Además de su ministerio sacerdotal, que ejerció con bondad y humildad, el padre Cristóbal fue, durante muchos años, responsable del mantenimiento de la casa donde vivió y murió San Juan de Avila. Gracias a su entrega y generosidad, hoy se conserva en buenas condiciones el viejo caserón del siglo XVI. El padre Cristóbal será recordado por su sencillez y humildad y por su sensibilidad de artista, que demostró con la talla de una Virgen y la restauración de imágenes de la Semana Santa montillana. Había nacido en Montilla el 21 de junio de 1930 y fue ordenado sacerdote el 21 de junio de 1981. En la actualidad se encontraba adscrito al santuario de San Juan de Avila y al centro anejo en el que se veneran los restos del santo. Su misa exequial se celebrará hoy a las 16 horas en la parroquia de Santiago de Montilla.JOSE M. LUQUE