Del Consejo General del Poder Judicial se ha pasado de hablar en el "metro y el autobús" a diario -como decía la ministra de Justicia, Pilar Llop- a que este miércoles nadie lo haya mencionado en el pleno del Congreso, aunque sí en los corrillos de los dirigentes con los periodistas. Las cuatro siglas del CGPJ no se han pronunciado una sola vez en la sesión de control al Gobierno, pese a que prometían ser el tema estrella después de que el PP rompiera las negociaciones para renovar esta institución el pasado jueves. En su lugar, ha resonado varias veces el nombre de Carles Puigdemont y los diputados conservadores han preguntado a media docena de ministros quién es el "señor X" que supuestamente ha viajado a Bruselas para negociar con el 'expresident' la reforma del delito de sedición. La estrategia del Gobierno ha sido obviar las preguntas y las acusaciones.

Tras más de dos horas de debate en la Cámara baja, nadie diría que la renovación del CGPJ sigue siendo el centro de todas las conversaciones políticas. En las entrevistas en los medios de comunicación y en los corrillos, sin cámaras, se ha hablado de ello. En el hemiciclo, en cambio, el Ejecutivo y también el PP lo han esquivado.

Revelador ha sido el primer cara a cara de la mañana, entre la portavoz del PP, Cuca Gamarra, y el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Ninguno de los dos ha tocado el asunto. La dirigente conservadora no le ha recordado que dieron por rotas las negociaciones ante la intención del Gobierno de reformar la sedición y el líder del PSOE no le ha echado en cara de dinamitar unas conversaciones que, todo apuntaba, iban a dar sus frutos tras casi cuatro del CGPJ caducado. Tan solo le ha reclamado que "cumpla con la Constitución", pero sin mención explícita al asunto de marras.

Una carta y visitas secretas

"Por cierto, ¿quién es ese nuevo señor X del PSOE que fue a ver a Puigdemont? ¿Quién ha ido a negociar el Código Penal a la medida de los líderes golpistas? ¿Quién ha ofrecido que las leyes en España se redacten en la sede de ERC? Quien quiera que fuera, lo hizo siguiendo sus órdenes", le ha espetado Gamarra a Sánchez, esgrimiendo una carta que el expresident publicó en redes sociales esta semana. Sin embargo, ha habido un cambio de discurso en las filas del PP. El pasado lunes, el secretario general del partido, Elías Bendodo, se armó con las palabras de Puigdemont para defender la ruptura de la negociación del CGPJ. Esta vez, Gamarra no ha hecho esa vinculación.

En concreto, Puigdemont publicó un mensaje en sus redes sociales con motivo del quinto aniversario de su salida de España. El expresident asegura que "gente del PSOE" le ha visitado en diversas ocasiones en Bélgica para generarle "expectativas de un buen trato, vía reforma del Código Penal, y un indulto. Siempre y cuando, está claro, aceptase comparecer delante del Tribunal Supremo". "Seguro que Pedro Sánchez sabe de qué hablo", subraya en la carta.

Y el PP, queriendo alejar el foco de la decisión (cuestionada dentro y fuera del partido) de romper las negociaciones del CGPJ, se ha centrado en encontrar a ese supuesto "señor X" (recuperando el nombre que se le dio al fundador de los GAL durante el gobierno de Felipe González) que ha acudido a visitar al expresident. "¿Fue usted la encargada de negociar en Waterloo con un prófugo de la Justicia? Si no fue usted, ¿sabe quien fue de su Gobierno?", le ha interrogado el diputado del PP Carlos Rojas a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Y de la misma manera se han ido sucediendo las preguntas, metidas con calzador en cuestiones que nada tenían que ver, a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y la ministra de Educación, Pilar Alegría. Ninguno ha entrado al trapo. Tampoco les han recriminado la situación del CGPJ.

Presión interna

Ese silencio lo ha roto el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, que ha denunciado la "enésima ruptura con excusas por parte del PP". Los morados, que de manera pública venían quejándose de la negociación que se estaba fraguando entre el PSOE y el PP para renovar el CGPJ, han aprovechado para presionar a sus socios en el Gobierno de coalición asegurando que solo existen dos opciones: "permitir que se consume el golpe blando a la democracia del PP" o "cambiar las mayorías" para elegir a los miembros del órgano de gobierno de los jueces. Ambas formaciones presentaron una proposición de ley conjunta con este fin que acabaron retirando.