José Luis Rodríguez Zapatero consiguió ayer la ansiada fotografía ante la chimenea del Despacho Oval de la Casa Blanca. La retirada de las tropas españolas de Irak, en el 2004, provocó el distanciamiento de la Administración estadounidense, un enfriamiento diplomático que se ha tardado cinco años y medio en superar y que ha requerido el relevo de George Bush por Barack Obama al frente del país. En una breve comparecencia ante la prensa, el presidente de EEUU destacó la colaboración de los dos países "en algunos de los temas de seguridad más difíciles del mundo actual" y se mostró dispuesto a estrechar los lazos comerciales, especialmente en los sectores de las energías renovables y el transporte.

El presidente español entró en la Casa Blanca a las doce del mediodía, después de haber dormido en la Blair House, la casa reservada a los invitados. Zapatero pisó la sede del Gobierno de la primera potencia del mundo acompañado por siete personas, entre ellas el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y el secretario general de Presidencia, Bernardino León. Zapatero mantuvo un primer encuentro a solas con Obama y después los dos dirigentes y sus delegaciones celebraron un almuerzo de trabajo en el que analizaron los dosieres pendientes. Las sonrisas del dirigente español y las palmadas en la espalda que le dio su homólogo estadounidense pusieron de relieve la cordialidad entre ambos líderes.

El capítulo económico adquirió especial relevancia, según explicó Obama a los periodistas. El presidente norteamericano subrayó que, en el último trimestre, España ha sido el tercer inversor extranjero en su país mientras que EEUU ha sido el primero en España. Zapatero dijo que confía en que "se consolide el ciclo inversor de España en el país norteamericano" y volvió a recordar el liderazgo de las compañías españolas en los sectores de las energías renovables y de la alta velocidad.

CALIFORNIA El presidente español quiere aprovechar la oportunidad y ya ha encargado al ministro de Industria, Miguel Sebastián, la primera gran misión de esta nueva etapa de diplomacia económica. A finales de mes, Sebastián encabezará una delegación con 80 empresarios españoles en un viaje por California, Colorado y Tejas. Tres serán los ejes centrales de la agenda del titular de Industria: las energías renovables, la gestión del agua y el material ferroviario. Y aunque una reunión con el gobernador californiano, Arnold Schwarzenegger, tendría potencial mediático, más rentable sería una reunión con el alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, menos agobiado por los problemas presupuestarios y dispuesto a invertir en una red de cercanías y en el metro.

En su deseo de ayudar a Obama a conseguir todos esos retos por los que ha sido elegido Nobel de la Paz, Zapatero aseguró hace meses que colaboraría en el cierre del penal de Guantánamo acogiendo a algunos de los presos. De hecho, el Gobierno anunció la semana pasada que el presidente comunicaría a Obama los nombres de los reclusos seleccionados --"un máximo de tres"--. Sin embargo, ayer Zapatero dijo que el Ejecutivo todavía "está concretando" el asunto. Fuentes diplomáticas aseguraron que el Gobierno está dispuesto a hacer "un esfuerzo mayor", con la acogida de más reos, y por eso aplazó el anuncio.

Ese "esfuerzo" también está dispuesto a hacerlo Zapatero en Afganistán. Obama alabó la formación que la Guardia Civil imparte a las fuerzas de seguridad del país y Zapatero respondió abriendo la puerta a ampliar ese apoyo. "Nuestra contribución va a ser importante", anunció. Fuentes del Gobierno no quisieron confirmar si se está estudiando un nuevo refuerzo de las tropas o mandar a más guardias civiles. Esta tarea forma parte de la estrategia de afganización del país que ha defendido el Gobierno y que consiste en transferir responsabilidad y conocimientos al pueblo asiático para lograr que sea autosuficiente. Obama defendió también esta tesis como pilar de su estrategia.

Zapatero también pudo explicar a Obama las prioridades que tendrá como presidente de la UE y ambos se comprometieron a coordinar mejor el eje Washington-Bruselas para conseguir la paz en Oriente Próximo. "Si conseguimos el fin del conflicto, tendremos la llave de la paz en otras partes del mundo", dijo el presidente español.

UNA HORA Y MEDIA Para esa región partió Zapatero al acabar la hora y media que duraron sus reuniones en la Casa Blanca. Tenía previsto llegar esta madrugada a Damasco (Siria), donde hoy inicia un tour de tres días por Israel, los territorios palestinos, Jordania y el Líbano. Zapatero logró acabar ayer con su principal quebradero en política exterior desde que llegó a la Moncloa. El Rey le ayudará a iniciar una nueva etapa con su visita de diciembre a la Casa Blanca.