Mantener el acerado sin heces caninas es una lucha sin cuartel que en la Comunidad de Aprendizaje del colegio Albolafia se han tomado muy en serio. Para combatir esta incívica práctica de algunos dueños de canes el grupo Naturmanía, integrado por tutoras y alumnado del tercer ciclo de Primaria, ha puesto en marcha una campaña de concienciación social sobre los excrementos de perro en las aceras. Se trata, en palabras de Florencio Sánchez Huertas, coordinador de la iniciativa y educador social del Equipo de Orientación Educativa Sur-Centro, «de una vivencia de pedagogía social fantástica».

Explica el educador que, tras el confinamiento y provocado por el sentir común expresado mediante los aplausos de la tarde, «parecía que de esta saldríamos todos juntos, más unidos, mas ecológicos, más cívicos...Decepción potente al ver que aumentan los comportamientos individuales y actitudes incívicas como entender la calle como territorio de nadie, en vez de como lugar común». De ese modo, añade Sánchez, «las calles se convierten en espacios intransitables y poco higiénicos».

Manos a la obra

Una vez estudiada y analizada la realidad del barrio los alumnos del Albolafia se pusieron en marcha. «La acción consistió en la colocación de carteles en las tiendas, en los portales del barrio, así como del buzoneo de octavillas, invitando al vecindario a recoger los excrementos de perro de las aceras, con el fin de poder pasear por calles limpias», explica el coordinador. De esta manera los menores han aprendido de una forma distendida a la vez que han prestado un servicio a la comunidad. «Los niños han generado debate allí por donde se dejaban caer, aprendiendo las habilidades necesarias para entablar conversación y debate con los tenderos», asegura Florencio Sánchez quien añade que para estos alumnos, sentirse útiles en una acción a favor de su entorno más inmediato es un estímulo que favorece el interés por la escuela.

Naturmanía

Este grupo lleva funcionando desde el curso 2006-07. Se trata de una iniciativa que pretende favorecer la convivencia escolar, reducir el absentismo y mejorar el rendimiento académico. desde un enfoque de desarrollo comunitario y de pedagogía social. Lo conforman alumnado del tercer ciclo de primaria y sus tutoras. Su organización es asamblearia y anualmente diseña y propone al Consejo Escolar un proyecto de intervención sobre el colegio y el barrio. Son numerosas las actividades que han llevado a cabo como realización de cómics sobre convivencia, cuidados de los jardines del colegio, un libro de las aves que entran a los patios del centro, construcción, colocación y seguimiento de ocupación de cajas nido, reflexión e intervención sobre el abandono temprano de la escolarización de las niñas, etc.

Conjuntamente con la Red Joven y la Red de Igualdad, Naturmanía interviene en procesos que implican cuidados y desarrollo en el barrio. Además del CEIP Albolafia, forman parte de esta red juvenil un total de ocho asociaciones estudiantiles (que aglutinan a unos 300 alumnos) en un distrito con trece centros educativos públicos.

Tal y como expone el educador social, son numerosos los beneficios que aporta la participación de estos niños en estos grupos de pedagogía social, «aparte de todos los valores democráticos, de combate del absentismo, mejora de la convivencia y el rendimiento académico en sí, desde dentro se incide favorablemente en el tránsito de Educación Primaria a Secundaria ya que todo el alumnado que ha tomado parte en edad temprana en una asociación puede continuar su proceso de desarrollo personal y social en cualquiera de los centros de secundaria donde continúe con sus estudios ya que en los IES Averroes, Guadalquivir y Santa Rosa de Lima encontrarán grupos de trabajo similares».