Carmen Palacios lleva 20 años de trayectoria profesional. Ella fue quien creó la primera Aula Específica en Córdoba, la segunda en Andalucía. A diario la podemos encontrar con sus alumnos en el CEIP Eduardo Lucena.

-Iniciamos curso contando con más unidades para Educación Especial. ¿Cómo recibe esta noticia?

-Con mucha alegría porque supone que se está abordando la necesidad de escolarización de niños cuyo dictamen establece una modalidad C, que corresponde a aulas especiales en centros ordinarios. Se trata de una apuesta por la inclusión ya que dichas aulas, gracias a su modelo de intervención y recursos, favorecen el desarrollo competencial del alumnado con Necesidades Educativas Específicas (NEE) tanto a nivel escolar como social.

-¿Cuántos alumnos tiene ahora en su clase?

-Tengo cinco increíbles y maravillosos alumnos pues es la ratio máxima de estas aulas. Tienen diferentes niveles competenciales con necesidades educativas derivadas principalmente de un cuadro TEA (Trastorno del Espectro Autista). Quiero destacar que cada uno de mis niños y niñas son únicos y por encima de las necesidades están sus aprendizajes, sonrisas, abrazos, sus creaciones con las cuales comunican y que se han de visibilizar.

-¿Cómo son sus jornadas? ¿Cómo trabaja con ellos? ¿Con rutinas?

-Lo primero es darnos los buenos días con abrazos, besos y sonrisas. Luego organizan sus agendas colocando fotos para hacer presentes su yo, su persona. Hacemos talleres que se desarrollan en espacios polivalentes dentro del aula con variedad de recursos materiales representados en sus agendas a través de pictogramas asociados a fotos. Cada taller globaliza hábitos, conductas, contenidos de todos los ámbitos, psicomotricidad, inferencias emocionales, aspectos lúdicos, creativos... todo ello favorecedor de una autonomía y de una imagen personal positiva.

-Para usted, ¿qué es fundamental para el desarrollo e inclusión de estos menores?

-La Ley Educativa en Andalucía establece que se han de adoptar medidas organizativas flexibles para el alumnado con NEE. La inclusión es un derecho de cada ser humano y para que sea real lo tenemos que desmitificar poniendo en valor las capacidades de estos niños. Una inclusión real depende de una planificación constructiva, significativa, de actividades que favorezcan la bidireccionalidad de la inclusión entre niños que presentan o no TEA. Un colegio con un buen modelo inclusivo es un centro que oferta una educación de calidad a su comunidad educativa.

-¿Tiene algún proyecto nuevo para este curso?

Continuar con el proyecto Los Increíbles 1 enriqueciéndolo con mejoras, una de ellas en proceso, a ver si es viable, con el Centro de Arte Contemporáneo. También esperamos volver a la Feria del Emprendimiento.