Mercados

De la bolsa a la vida real: cómo las materias primas encarecen a las empresas

El repunte en los mercados internacionales del cacao, el petróleo, los materiales industriales y el oro responde a la incertidumbre geopolítica y a la escasez de oferta por los efectos del cambio climático, pero sus consecuencias varían según su traslación a los costes reales

Explotación de cacao en África.

Explotación de cacao en África. / Afrik

Paula Blanco

En los mercados de futuros, el cacao está por las nubes, el cobre está en máximos de 15 meses y los inversores se mantienen a la espera de una posible escalada del petróleo por la incertidumbre en Oriente Próximo. Las materias primas están desatadas en bolsa, y aunque el impacto de sus repentinas subidas en bolsa todavía no se notan en la vida real, sí están claras las consecuencias que se verán en los próximos meses.

Hay varios factores comunes que explican la subida de gran parte de las cotizaciones de estos productos. La principal es "una recuperación a nivel mundial después de la pandemia de coronavirus", afirma el profesor titular de Economía en ESADE Omar Rachedi. Después del traspié económico derivado de la política restrictiva del covid, China se está reactivando y la economía mundial muestra una mayor fortaleza. Esto se une al "incremento de la demanda de algunos productos por el desarrollo de nuevos sectores, como los coches eléctricos y las energías nuevas". Por último, los problemas en la oferta, principalmente por el cambio climático en África y en Asia, han disparado su cotización.

"Un modesto repunte de la demanda mundial podría levantar el precio de algunas materias primas industriales de sus recientes mínimos en bolsa, mientras que las preocupaciones geopolíticas podrían mantener la demanda de metales preciosos al alza durante más tiempo", resume la especialista del equipo de BNY Mellon Global Real Return, Catherine Doyle. 

Postres más caros

Aún no se nota en los supermercados españoles, pero en los próximos meses el chocolate se volverá más amargo. El precio del cacao se ha disparado el 230% en el último año hasta superar los 10.000 dólares por tonelada, duplicando así su máximo histórico. Y todavía no ha terminado su escalada. "Los precios al consumo del chocolate aumentarán a medida que se reduzcan las existencias de cacao de bajo precio", expone Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro. Al impacto en la inflación se suma el efecto en el empleo. Más de 250.000 personas trabajan en la industria del chocolate, galletas y confitería, un sector que exporta por un valor aproximado de 14.000 millones de euros, según datos de la Asociación de la Industria del Chocolate.

Los principales fabricantes de chocolate a nivel mundial se han volcado en aplicar estrategias para reducir costes operativos, algo que redunda en el consumidor. Por ejemplo, Hershey’s, Nestlé y M&Ms han optado por rellenar sus productos con caramelo o mantequilla de cacahuete, mientras que Mars ha eliminado 10 gramos de chocolate en algunas de sus barritas.

Este será el camino a seguir por todas las marcas: según el último análisis de Euromonitor International, el 40% de las barritas de chocolate se rellenarán de caramelo o frutas para abaratar las facturas de los maestros chocolateros. Así, la presión se concentra en las pymes del sector. "Casi la totalidad de sus miembros son pequeñas y medianas empresas que carecen de la escala y la capacidad de las grandes corporaciones para absorber las fluctuaciones en los precios de las materias primas", explica la directora de inversiones de Tressis, Virginia Pérez.

La subida del precio del cacao se explica por una mezcla de lluvias torrenciales y de sequías posteriores en África Occidental, la región que acumula el 70% de la producción mundial, que ha eliminado dos tercios de la cosecha en Ghana y Costa de Marfil. "La oferta seguirá siendo escasa, dada su concentración. La próxima cosecha no es hasta octubre y los árboles nuevos tardan cinco años en madurar, con las limitaciones subyacentes [producto artesanal, leyes sobre trabajo infantil]", apunta Laidler.

Algo parecido ha ocurrido con el café. Las altas temperaturas en Vietnam han reducido la producción de la variedad robusta por segunda temporada consecutiva. "Los importantes aumentos de precios del café robusta hasta alcanzar máximos históricos podrían conducir a un aumento de la demanda del café arábica", señalan desde XTB. Al mismo tiempo, el precio del café arábica ha subido a su nivel más alto desde octubre de 2022, algo que pronto podría saltar de los mercados de futuros a los bares y los supermercados.

Metales industriales al alza

El repunte del sector industrial ha chocado con el incremento del precio de las materias primas que utilizan en su actividad diaria. En los últimos cuatro meses y medio, el estaño ha subido el 25,20% por la incertidumbre política que ha ocasionado un parón de su producción en los tres principales países productores a nivel mundial: India, Myanmar (Birmania) y República Democrática del Congo.

Otro producto que ha vivido un incremento en los últimos meses es la goma. La oferta ha disminuido por las lluvias torrenciales en Tailandia, donde se produce la mayor parte, y ha empujado el precio al alza aprovechando el aumento de la demanda, principalmente de China, por su uso en los coches eléctricos. Y el cobre ha llegado a máximos de los últimos 15 meses empujado por el cierre de las minas de First Quantum Minerals en Panamá por inconstitucionalidad, algo que ha obligado a empresas de horno de fundición en China a recortar su producción. También el zinc aumentó hasta el 2,4% como resultado del exceso de capacidad en los mercados de metales del país por las fundiciones chinas. El resultado del encarecimiento de estas tres materias primas es "una reducción de márgenes empresariales en empresas de energías renovables y de coches eléctricos", asegura Rachedi.

En la lista de metales industriales, aunque en menor medida, también han repuntado el níquel y el aluminio con un aumento del 7% y del 5% respectivamente. "Los metales industriales alcanzan precios que no se veían desde hace 14 meses, alejados por las perspectivas de repoblación y los informes de investigación sobre el apetito gigantesco de metales conductores en los centros de datos de inteligencia artificial", expone Thomas Planell, portfolio maganer y analista de DNCA, afiliada a Natixis Investment Managers.

Si las previsiones de cumplen, los metales podrían seguir subiendo y complicando la recuperación de la industria. Estados Unidos y el Reino Unido han prohibido la negociación de nuevos suministros de aluminio, cobre y níqueles rusos en las bolsas de Chicago y Londres. Al otro lado del Atlántico no tendría por qué experimentarse un gran cambio, pero en la capital británica el 90% de las existencias almacenadas de aluminio son de origen ruso. Trasladado al mundo real, supondrá un encarecimiento en la fabricación de coches eléctricos y paneles solares. Es decir, la transición ecológica se complica. "El segundo mercado alcista del cobre en este siglo está siendo impulsado por el crecimiento de la demanda relacionado con la descarbonización -afirman los analistas de Citigroup en una nota-. Solo los precios más altos resolverán estos déficits".

El cierre de este artículo, el precio del petróleo se desinflaba el 3% en los mercados hasta los 82 dólares el barril en el caso de la variedad de referencia estadounidense (WTI) y hasta los 87 dólares para la variedad de referencia en Europa (brent) porque el mercado descontaba que la escalada de tensión en Oriente Próximo podía ir a más. El barril de crudo brent está cerca de su máximo de seis meses en 90 dólares el barril y el mercado está entrando en déficit. Los países de la OPEP+ han reducido el 5,5% en el suministro de esta materia prima mientras que Rusia y Arabia Saudí están realizando recortes voluntarios adicionales de 2,2 millones de barriles diarios hasta junio. "Esto está llevando al mercado a un déficit fundamental, ya que la demanda está siendo revisada al alza con el excepcional crecimiento de Estados Unidos y el estímulo incremental de China", señala Laidler. 

Ahora los ojos están puestos en Oriente Próximo. "El riesgo de regionalización del conflicto israelo-libanés-palestino empieza a avanzar, a contracorriente de las turbulentas cifras de inflación, que descienden algo más rápido de lo previsto, sobre todo en Europa", añade Planell. "Después del ataque de Irán, el mercado se pregunta si las altas exportaciones de petróleo de ese país continuarán", exponen desde XTB. Las exportaciones iranís se dirigieron principalmente a China a refinerías privadas en la región de Shandong, lo que dificulta la aplicación de las sanciones estadounidenses. Por su parte, las exportaciones rusas de petróleo por mar alcanzan su máximo en 11 meses.

A nivel macroeconómico, la escalada del precio del petróleo puede generar problemas en la última milla de la lucha contra la inflación, aunque no afectaría en gran medida en la eurozona por situarse en el 2,4% en marzo, muy cerca del objetivo marcado por el Banco Central Europeo del 2%. Y, por el momento, tampoco se notaría en las gasolineras. "El precio del petróleo influye en el precio de los carburantes, pero no directamente", aclaran desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). En concreto, el petróleo de los mercados internacionales se refina para obtener gasolina y otros carburantes puesto que "no es una traslación directa". En España, después de experimentar un gran aumento a comienzos de año, el precio del litro de gasolina se mantiene por debajo de los niveles en los que se situaba antes del estallido de la invasión rusa en Ucrania. 

El oro, en máximos

En tiempos de incertidumbre, como los actuales por la situación de tensión en Oriente Próximo, el oro funciona como refugio seguro para los inversores. Así, este metal preciado ha subido el 13% en lo que va de año hasta los 2.350 dólares la onza, sus máximos históricos. Si se traslada a euros-gramo, el precio del oro ha llegado a superar los 68 euros. Ante el temor de la extensión de los conflictos abiertos, los grandes bancos están destinando parte de sus recursos a atesorar metal hasta alcanzar la cifra de 37.000 toneladas de oro. Sin ir más lejos, el Banco Popular de China lleva 17 meses seguidos comprando reservas de este metal. Los analistas de Citi han elevado hasta el 9% su estimación de revalorización en tres meses, y si se confirma la primera baja de los tipos de interés en junio, podrían mejorar incluso más sus previsiones.

Aunque todavía está lejos de los máximos históricos de alrededor de 50 dólares por onza, la plata está creciendo incluso más que el oro. En su caso, "observamos un aumento significativo en las compras de metales por parte de los fondos cotizados (ETF), lo que debería profundizar aún más el déficit previsto para este año", apuntan desde XTB.

Con todo, ni empresas ni consumidores deberían alertarse a corto plazo por un encarecimiento de las joyas y de otros productos que utilicen este metal. "Aunque el oro sigue subiendo, no se verá el mayor coste en la vida real", confirma Rachedi.

para un determinado periodo de tiempo y siguen de manera continua la cotización del metal para comprarlo cuanto tenga un valor asumible que permita generar negocio. Pero si el precio sigue aumentando, entonces sí podría trasladarse al consumidor.