RÉCORD EN 2023

España hace historia y producirá este año por primera vez más de la mitad de su electricidad con renovables

El boom de nuevas plantas renovables empuja al sistema eléctrico nacional a desbordar el umbral de 50% de generación verde en lo que va de 2023 y deja a un paso el hito de rebasarlo en un año completo.

David Page

España se ha embarcado en los últimos años en un despliegue masivo de nuevas plantas de renovables y la revolución verde está provocando una sacudida en la producción de electricidad del país. La avalancha verde hará posible que el sistema eléctrico español logre este año un hito histórico y por primera vez generará más de la mitad de toda su energía con instalaciones de tecnologías renovables, superando a la suma de nuclear, centrales de gas y plantas de carbón.

El sector eléctrico español ha producido en lo que va de año un récord de casi 125.300 gigavatios hora (GWh), más que en cualquier ejercicio completo anterior, y ha elevado hasta el 50,2% el peso de las energías renovables en toda la generación de electricidad del país, según los registros de Red Eléctrica de España (REE). Los datos corresponden a la producción de todo el sistema eléctrico nacional, no sólo el peninsular (en el que las renovables tiene una mayor presencia, con un 52% de la producción) sino también sumando el de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.

Nunca antes se había conseguido rebasar el umbral del 50% de energías renovables en todo un año. El anterior récord se había alcanzado en 2021, con un 46,7% del total. El objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez, contemplado en el borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) enviado a la Comisión Europea, es conseguir producir el 80% de la electricidad con fuentes renovables en 2030. En lo que va de 2023, la electricidad libre de emisiones de CO2 (la suma de renovables y nuclear) está marcando también un récord, rozando el 72% del total.

Sólo algunos meses

Hasta ahora se habían registrado meses en que la generación renovable superaba a todas las demás gracias fundamentalmente a condicionantes estacionales (meses en que se disparaba la producción eólica, la solar o la hidráulica por escenarios meteorológicos favorables), pero no se había alcanzado en un ejercicio completo.

Fue hace algo más de una década cuando se registró el primer mes en que la generación de las plantas renovables desbordó la producción de nucleares, gas y carbón. Era abril de 2013. Y en todos estos años se han registrado un total de sólo 22 mensualidades (de un total de 127) en que las renovables han estado por encima del resto de tecnologías.

España conseguirá superar el umbral de la mitad de su electricidad producida con plantas renovables en el conjunto de 2023 tras registrar en este último noviembre un nuevo máximo histórico del 60,2% de energía de origen verde y estando ahora tocando cotas por encima del 56% en la primera semana de diciembre, según los últimos datos estadísticos actualizados por REE.

La presidenta de Redeia (el grupo matriz de REE), Beatriz Corredor, ya vaticinó a principios de año que el objetivo de superar el 50% de energías verdes era alcanzable en el conjunto del año. Entonces parecía difícil, y ahora el sistema eléctrico está a punto de hacer historia gracias al boom de la eólica y la solar, y a la recuperación relativa de la hidráulica tras el bajón del año pasado por la sequía.

En lo que va de este año, la eólica es la principal fuente de producción eléctrica, con un 23,3%; por encima de la nuclear (20,2%) y las centrales de gas (17,4%). Las plantas de energía solar fotovoltaica han concentrado un 12,4% de la generación (en este dato no se contabiliza la producción del autoconsumo, que puede sumar en torno a otro 2% más) y las centrales hidroeléctricas, un 9%.

Más renovables, luz más barata

La expansión de las renovables en el mercado español y su cada vez mayor peso en el mix de producción de electricidad nacional no sólo supone un avance ambiental, hacia la descarbonización de la economía, también lo es por su impacto para reducir el precio de la energía. Los mercados eléctricos alcanzaron precios desorbitados durante lo peor de la crisis energética, marcando máximos históricos por encima de los 500 euros por megavatio hora (MWh). Los precios de la electricidad por fin han conseguido moderarse en los últimos meses, gracias al abaratamiento del gas y al mayor peso en la producción de las renovables, dando así un respiro a las familias y a las empresas.

El mercado mayorista eléctrico, también conocido como 'pool', fija lo precios mediante un sistema marginalista, que hace que la última y más cara tecnología necesaria para cubrir la demanda marque el precio de todas las demás cada una de las horas del día. Algunas tecnologías de generación denominadas inframarginales (las renovables, la nuclear y la hidroeléctrica) entran en el mercado a precio cero.

Cuanta mayor es la producción de renovables, más fácil es contener los precios de la energía. Es lo que está sucediendo ahora, en combinación con la caída de los precios del gas y de los derechos de emisión de CO2. En noviembre, con las renovables copando más del 60% de toda la producción eléctrica nacional, el precio medio del mercado eléctrico, de 62 euros por megavatio hora (MWh), fue el más barato desde marzo de 2021, antes de la crisis energética.

Sin embargo, desde el sector eléctrico se viene alertando de las distorsiones que se están produciendo por el hundimiento a momentos de los precios. Y es que cuando la producción de estas energías inframarginales es suficiente para cubrir todo el consumo previsto la cotización se queda en esos cero euros. Y eso es lo que ha venido sucediendo cada vez en más ocasiones durante el último año: con unas 85 horas a precio cero este ejercicio.

Desde el sector de las renovables alerta del impacto en el negocio de esta canibalización de los precios eléctricos. Canibalización porque es la expansión de las renovables la que precisamente está haciendo, según advierten las compañías, que se ponga en peligro la rentabilidad de las plantas verdes -actuales y futuras- por la caída de los precios eléctricos y el que puede acabar frenando inversiones en nuevos desarrollos.