ANÁLISIS

2023 y la incertidumbre

El 2023 va a ser un año inexorablemente marcado por los procesos electorales.

El 2023 va a ser un año inexorablemente marcado por los procesos electorales. / EP

Francisco José Bocero

Francisco José Bocero

Llega 2023, un año inexorablemente marcado por los procesos electorales, municipales -y autonómicas- de mayo y generales de noviembre (en principio). Un año decisivo para la economía española, una economía que no ha recuperado los niveles prepandemia y que se enfrenta a un horizonte complejo en los próximos años por el enorme peso de su deuda. A partir de aquí, todo son cábalas y especulaciones por la cantidad de factores que están en juego, pero, sobre todo, por el peso del desacuerdo y polarización política e institucional que ha llegado a niveles francamente deplorables. 

La verdad inevitable es que vivimos en un mundo cambiante en extremo y lleno de imprevisibilidad que requeriría, más que nunca, del acuerdo y la negociación, no de la división y la imposición. 

Pero eso, a día de hoy, es imposible y más que lo irá siendo a medida que avance el ejercicio. Se han cruzado demasiadas líneas rojas y llega el acto final, el del combate a muerte en las urnas, que va a marcar todo el año, por los calendarios. 

Mientras tanto, las empresas y los trabajadores, las familias, tratarán de seguir y salir adelante con todos sus recursos disponibles para hacer frente a la realidad de la incertidumbre, lo único que no va a cambiar. Feliz Año nuevo. 

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