Durante los años 70, la llegada de los relojes de cuarzo japonés estuvieron a punto de llevar a la ruina a la industria relojera suiza. Tras la salida al mercado de los relojes inteligentes nos preguntamos, ¿Está de nuevo el sector en peligro?
Un informe elaborado por la famosa revista de negocios Americana Business Insider, pronostica que, en 2020, Apple tendrá un 40% de la cuota de mercado de los relojes de alta gama, desbancando a los relojes de fitness y dejando un porcentaje de mercado del 60% a los relojes tradicionales.
Se calcula que las cifras de ventas de los nuevos relojes inteligentes moverán entre 5.000 y 14.000 millones de francos al año. Jean-Daniel Pasche, presidente de la Federación de la Industria Relojera Suiza se muestra tranquilo, "El sector relojero suizo no está en peligro. Los smartwatches no son un reemplazo de relojes suizos, sino que son complementarios. Los consumidores llevan diferentes modelos de relojes a lo largo del día, en función de sus actividades".
¿Significa el fin de la Industria Relojera clásica?
Nick Hayek, jefe del Grupo Swatch, tampoco teme a los nuevos móviles inteligentes de pulsera "Incluso hemos vendido más relojes mecánicos desde que existen los smartphones, los iPads y los ipods. Esto indica que nuestros clientes dan más importancia a la precisión que a la tecnología", declaraba a Frankfurter Allgemeine.
Por otra parte, El Apple Watch salió a la venta de España el pasado Junio. El rango de precios va desde 419 a los 18,400 euros del modelo más caro. Pero no siempre hay que dejarse el bolsillo en el mundo de los relojes. En este sentido, existen páginas web especializadas en el mercado de segunda mano, donde encontraremos relojes inteligentes y de gama alta a un precio más asequible. De hecho, en el informe antes mencionado se centra en la gama alta de relojes inteligentes que superan un precio de 350 euros.
El País ha recogido los datos publicados por los productores de relojes suizos que revelan que están sufriendo su mayor caída desde 2009. Esto se debe a la reducción de pedidos desde Asia desde la salida al mercado del reloj de Apple. Estas caídas se deben a diferentes factores como la bajada del turismo Chino en Europa, la reciente devaluación del Yuan o el control de gatos del Gobierno de sus funcionarios para evitar el derroche de recursos públicos.
Aunque sea demasiado precipitado augurar un cambio radical en el mercado, lo cierto, es que está teniendo lugar un combate por ganar un lugar en nuestras muñecas. En un lado del Ring encontramos a los fabricantes helvéticos de relojes de lujo, símbolo de estatus social y de patrimonio; y al otro los gigantes de la electrónica, que nos ofrecen relojes con los que conectarse al mundo entero.
