FÚTBOL

Adiós a Sedano: el jefe de la tribu del balón

Uno de los entrenadores referentes del fútbol cordobés fallece a los 81 años

Rafael Sedano con uno de sus libros publicados.

Rafael Sedano con uno de sus libros publicados. / CÓRDOBA

Rafael Aranda

Rafael Aranda

No hace un mes que hablé por última vez con Rafael Sedano. Era una de esas llamadas en las que agradeces el invento de la tarifa plana, porque cuando ‘el profesor’ abría el manual de fútbol y encontraba a alguien con una admiración sin límites (como es mi caso), corrían las horas. Sedano se despachaba en su tono habitual, apasionado cuando había un balón por delante. Al títere que no se lo merecía, no lo dejaba con cabeza. El año pasado por estas fechas me había llamado para solicitarme una colaboración para un libro que me pidió además que le presentase. El tiempo pasó y aquella obra, la tercera tras ‘El fútbol sin secretos’ –que también tuve el placer de presentarle en un Círculo de la Amistad abarrotado- y sus ‘Memorias en blanquiverde’, que narró coincidiendo con el último ascenso a Primera División en 2014, no ha llegado a ver la luz. ‘Fali’, como lo conocíamos los más allegados, optó por aplazarlo para hacerlo de forma paralela a una buena fecha para la efeméride blanquiverde. Esta podía haber sido la ocasión. Pero venimos de una travesía por el desierto, otra más, y postergar las cosas es otra forma de resistencia, decía Louise Hay. Y es que el profesor siempre permanecía como un francotirador en la trinchera de todo lo que pudiese dañar la imagen del Córdoba CF y del cordobesismo.

Rafael Sedano Moreno (Córdoba, 1943) era técnico superior de fútbol y profesor de la Escuela Andaluza de entrenadores de Fútbol en la asignatura de ‘Táctica y estrategia’. Él era de los de tocar poco todo aquello que funcionase, sin embargo también defendía que “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Y había que escucharle y hacerle caso, porque quien te lo estaba diciendo conocía el fútbol de área a área. Como le gustaba decir “no es lo mismo mirar fútbol que ver fútbol”. Durante más de 30 años había ocupado el cargo de entrenador en banquillos de equipos de Tercera. Peñarroya, Rute, Santaella, Martos o Villanueva fueron algunos de los destinos de quien había presumido de haber jugador en el Santiago con la generación de los Reina, Crispi… Fue también secretario técnico del Córdoba CF (ser su entrenador fue su gran asignatura pendiente) en la campaña 90-91, en la que, como señalaba con sorna, sólo tenía para hacer un equipo de “pan y melón”, e informador técnico blanquiverde durante 6 temporadas, la más brillante, la que supuso el ascenso a Segunda A en Huesca, un equipo que ayudó a formar junto a su yerno, Rafael Rojas, entonces en la dirección deportiva del club. Y es que la familia Sedano siempre ha estado muy vinculada al Córdoba CF, y hoy su hija Beatriz desempeña una primorosa labor en la Fundación del club.

Que era un tipo especial saltaba a la vista. Era un caballero decimonónico, vestía con gusto, como un dandy, acuñó expresiones que hay emplean los aficionados como vocablos formales de la jerga futbolística, palabras como “el hombre ancla” o conceptos como “no es llegar, es presentarse”, y hasta se le llegó a dedicar un pasodoble, ‘Con Sedano llegó el gol’, que dicen mucho de su carisma. Tal era su empleo del verbo en el fútbol que, cariñosamente, algunos compañeros de profesión le apodaban ‘Menotti’, como el expresivo preparador argentino.

Maestro de vocación

Pero a Sedano no sólo hay que etiquetarle como un hombre de fútbol. Maestro de profesión y de vocación, siempre ataviado con su impecable chándal, trasladó sus virtudes en la docencia, casi toda su carrera en el colegio Enríquez Barrios, a las pizarras de los vestuarios. Sedano no te decía cómo tenías que posicionarte en el campo o tocar el balón: te lo explicaba. Como ha seguido haciendo en los últimos años de su vida en los medios de comunicación, a través de un micrófono, dirigiéndose a una cámara de 7TV (antes Onda Mezquita TV, donde son inolvidables algunas de sus intervenciones que generaron debate y polémica) o en artículos en periódicos, Diario CÓRDOBA entre ellos.

Por más vueltas que le doy en mi maltrecha cabeza, ahora en estado de shock por la noticia, me cuesta palabras encontrar términos para retratar con exactitud el perfil de Rafael Sedano Moreno, ya que era indefinible tanto como persona como por devorador de fútbol. Ordenaba, enseñaba fútbol, te escrutaba un partido hasta el último detalle y, al menos al que suscribe, sólo le quedaba prestar atención y escuchar con la boca abierta. Cuando tuve el placer de presentarle ‘El fútbol sin secretos’ me referí a lo que Desmond Morris definió en su obra ‘El deporte rey’ como la “tribu del fútbol”, por delante del propio concepto de deporte rey. Pues bien, Sedano era el incontestable jefe de la tribu del fútbol. El fútbol ha perdido a su gurú más respetable, a su amante más leal. Amante, sí. Porque para Rafael Sedano, al igual que su admirado Alfredo di Stefano, “marcar un gol es como hacer el amor”. Descanse en paz.