El cuadrilátero y los guantes siempre estuvieron muy presentes en la vida de José Luis Navarro júnior. El joven, nacido el 23 de abril del año 2000, es hijo del mítico José Luis Navarro Rivas, campeón de España welter, del Mundo Hispano welter y super-welter y de Europa welter. Pese a que su tío, el que fuera jugador y entrenador del Córdoba CF, Rafa Navarro, también le mostró el mundo del fútbol, su destino se vinculó rápidamente con el boxeo. El púgil, a los 15 años, dio sus primeros pasos en un mundo complejo, en el que el respaldo de patrocinadores es indispensable. El cordobés, una de las más firmes promesas nacionales, no cesa en su empeño de convertirse en uno de los grandes. Además, pretende ser un ídolo en su casa y llenar el Palacio de los Deportes de Vista Alegre, otro objetivo que espera cumplir.

-De vuelta a Córdoba, en el gimnasio familiar, uno necesita regresar a sus orígenes para resetear y más en estas fechas.

-Sí, al final estás mucho tiempo solo en Madrid y viene bien volver a tu casa unos días para ver a tus familiares y a los amigos.

-¿Cómo lleva la vida en la capital de España? ¿Era lo que imaginaba?

-Pues la verdad es que bastante bien. Me gusta estar allí viviendo solo y cada vez me siento más a gusto.

-Desde luego está dando los pasos precisos, a sus 21 años, para cumplir su sueño.

-Lo que le comento a todo el mundo es que va muy bien, está el tema evolucionando muy bien. Siempre he querido estar con Ricardo Sánchez Atocha, mi entrenador y mánager, y estoy viviendo un sueño ahora mismo.

-¿Tiene uno que salir de casa para poder triunfar o en Córdoba hubiera podido también alcanzar grandes metas?

-Aquí en Córdoba ni de coña las puedes alcanzar. No hay gente que apueste firmemente por el boxeo. Solo Carlos Repiso lo hace, pero en Kick Boxing y K1. El único que lo ha dado todo durante toda su vida es Ricardo y para eso hay que salir de Córdoba. Es el que movió este deporte y el que lo apostó absolutamente todo para ello.

José Luis Navarro Jr. en el gimnasio El Cazador. A.J. González

-Imagino que, aunque uno intente forjar su propia carrera, la figura de su padre ha estado siempre muy presente en sus aspiraciones dentro del boxeo.

-Sí, desde siempre. Al final es una presión que llevo dentro, aunque no me preocupa. Es una carga que tengo desde hace muchos años.

-Pero por otro lado familiar, con su tío Rafael, también el fútbol emergió y hasta lo practicó.

-Los chavales, con 13 o 15 años, jugábamos al fútbol. Eso sí, empecé a cansarme de él y lo compaginé entonces con el boxeo. Ya cuando cumplí los 15 debuté en el ring. Al final el fútbol es un hobbie para pasar el rato con los amigos y estar sobre el cuadrilátero, solo, es más serio y tienes que prepararte bien.

"Siempre he querido estar con Ricardo Sánchez Atocha, mi entrenador y mánager, y estoy viviendo un sueño ahora mismo"

-Lo que quizás mucha gente no entienda es el tremendo sacrificio que este deporte conlleva.

-Totalmente. Son muchas cosas con las que hay que tener cuidado, por ejemplo con las dietas. El entrenamiento también es muy duro, el bajar de peso y el factor psicológico. No son solo dos personas pegándose golpes, hay mucho más allá. Mi día arranca a las 5 y cuarto de la mañana. Una hora después tengo la primera carrera. Al acabar vuelvo al gimnasio y me espera un circuito de pesas rápidas. Descanso y sobre las 2 llega la sesión de boxeo según lo que toque, ya sean guantes, manoplas o el saco. Ya a las 4 y media me pongo con pesas de carga para cerrar la jornada. Y así de lunes a viernes, porque los sábados y los domingos son sagrados. Ahí cojo la cama y la parto (sonríe).

-Antes lo resaltaba. Si el plano físico es innegociable, ni que decir tiene el mental.

-Desde luego, hay que ser el doble de fuerte. Mira, hay ocasiones en las que los medios de comunicación te meten caña. No te jode, pero te encabrona un poquito. No lo considero como algo negativo ni positivo, me da igual. Ten en cuenta que llevo muchos años aguantando las críticas de mi padre (bromea).

José Luis Navarro Jr. y su padre en el gimnasio El Cazador. A.J. González

-¿Hay algo que le haya sorprendido de esta aventura emprendida?

-Pues no, no me ha sorprendido nada. Empecé muy joven, prácticamente llevo toda la vida y por eso quizás no me llama nada la atención o vea cosas diferentes.

-En este tiempo ha podido pelear en plazas emblemáticas como el Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada. Otra inyección de moral para su trayectoria.

-Completamente. Hay un montón de campeonatos de Europa que se celebraron ahí. Sin embargo, lo que de verdad me encantaría es boxear en Vista Alegre y llenarlo.

-Se habla de su padre, pero Ricardo Sánchez Atocha debe ser fundamental en su despegue.

-Hasta el punto de que solo confío en él. Es el que me sacó de mi casa y siempre estaré a su lado. Además, enorgullecen las palabras que me dedica después de cada combate.

"Que entrene y no deje de hacerlo, eso siempre me lo ha dicho mi padre. Lo mejor es que lo haga más que nadie porque así no te podrán ganar"

-Ya cogió las riendas de la carrera de su padre o de otros grandes como Javier Castillejo o Poli Díaz.

-Exacto, deportistas punteros en España. Ricardo lo ha apostado todo por el boxeo. Ha perdido, se ha arruinado y, pese a eso, ha vuelto a apostarlo todo. Ahora, conmigo, lo hará otra vez.

-¿Cuál es el mejor consejo que ha recibido en todo este tiempo?

-Que entrene y no deje de hacerlo, eso siempre me lo ha dicho mi padre. Lo mejor es que lo haga más que nadie porque así no te podrán ganar.

-Por el momento lleva tres victorias frente a Yossouf Koné, Santos Medrano y Janos Lakatos. ¿Qué ha aprendido o ha sacado en claro de este arranque profesional?

-En el último combate nos dejaron tirados el mismo día del pesaje. Lo que pasa es que Ricardo es un mago y encontró a Lakatos que vino desde Hungría. He aprendido que debo estar muy bien físicamente y que cualquiera te puede meter una mano y mandarte a tu casa.

-La mayoría de ellos, además, se resolvieron por la vía rápida.

-Creo que sorprendo a los rivales porque tengo apenas 15 peleas como amateur y no se esperan que boxee de esa manera. El ser tan alto y que vaya a corta no se lo espera nadie.

José Luis Navarro Jr. en el gimnasio El Cazador. A.J. González

-Lo repite por activa y por pasiva: quiere superar a su padre con aquellas 19 victorias consecutivas por nocaut que logró.

-Sí, a Ricardo le dijo en su día que iba a hacer 20 y se quedó en 19. Si no se puede, no pasa nada, pero es una de mis metas. Para obtenerlo hay que pegar fuerte. Es complicado pero estoy capacitado para conseguirlo.

-Sé que su padre y usted compitieron en diferentes categorías y tienen condiciones distintas. Sin embargo, ¿le intenta aleccionar para que cada día sea más completo?

-Son etapas diferentes, aunque lo que me repite es que utilice la distancia, que me favorece. Eso sí, ¡es que me gusta ir a la guerra! De hecho, en los combates voy directamente a por el contrario. El penúltimo tiró la toalla y a la vez paró el árbitro el combate, por ejemplo.

-¿Dónde cree que debe todavía ofrecer un plus?

-Pues un poquito de cabecear, más relajado, que voy siempre a ver si puedo meter una mano dura.

"Mi punto fuerte sin duda es la pegada. Al ser tan alto, y con 21 años, no se esperan que pueda dar así"

-¿Y su punto fuerte?

-Sin duda es la pegada. Al ser tan alto, y con 21 años, no se esperan que pueda dar así.

-Existe otra particularidad en su puesta en escena con la temática de la moda. Andrew Pocrid le realiza la ropa y es habitual verle con sus prendas en las grandes citas.

-Es un chaval, un artista, que me ayuda un montón. Sinceramente, es la única persona que lo hace y estoy buscando patrocinadores. Por el momento, cero patatero en ese aspecto. En España, sin un respaldo económico que te eche una mano, está difícil el dedicarse al boxeo. No tengo cargas familiares y pago 300 euros de alquiler, pero aún así está complicadísimo. No se puede vivir de esto, únicamente si vas subiendo y te llevan a veladas grandes.

-Y también en los combates se encuentra rodeado de amigos que le apoyan en las buenas y en las malas. Más de una vez comparten sus logros por las redes sociales.

-En 2019 vinieron dos amigos míos a Portugal para verme en un combate. Durante el último llegaron unos cinco o seis de Córdoba para arroparme. Todo eso te anima un montón cuando más lo necesitas.

-¿Le parece, por lo que le cuenta su padre, que este mundo del boxeo ha cambiado mucho o mantiene la esencia que lo hace tan especial?

-Lo intentan cambiar, pero al final es la misma esencia. Hay gente que procura hacer cosas nuevas, otras técnicas, aunque a la hora de la verdad no valen para nada.

José Luis Navarro Jr. en el gimnasio El Cazador. A.J. González

-La ambición tiene que ir por bandera. Además de superar el récord de su padre, ¿qué más pretende conseguir?

-Este próximo año queremos quedar campeones de España sí o sí, como sea. O hacer un título intercontinental y que en Europa te den la oportunidad para llegar al Campeonato Europeo, que es otra de mis metas.

"Lo intentan cambiar, pero al final es la misma esencia. Hay gente que procura hacer cosas nuevas, otras técnicas, aunque a la hora de la verdad no valen para nada"

-¿Cuándo se celebrarán sus siguientes combates? ¿El covid está lastrando en demasía el desarrollo de las veladas?

-Vamos a intentar que sea en enero o febrero, a ver si las medidas anticovid no las cambian mucho. Y sí, la pandemia te lo trastoca todo. Es más, me cambié a profesional por eso, lo mismo todavia seguiría siendo amateur.

-¿Y qué le gustaría hacer en Córdoba o que ocurriera que despertara la pasión latente por el boxeo?

-Córdoba necesita un ídolo local y espero ser yo, llenar Vista Alegre y reventarlo. A ver si alguna televisión apuesta por ello poniendo algo de dinero.