Las mellizas sevillanas Eunice y Priscila Rodríguez y la pareja formada por el cordobés Javi Garrido y el argentino Martín Di Nenno se alzaron con los títulos en el Campeonatos de España de pádel, que concluyó este domingo en el WiZink Center madrileño.

Más de dos horas necesitaron el cordobés Garrido y el argentino Di Nenno, la pareja favorita, para batir por 6-4, 5-7 y 6-2 al dúo integrado por el gallego Pablo Lijó y el andaluz Javi Ruiz, que no esperaban "llegar tan lejos", según comentaron al final del partido.

Javi Garrido se mostró muy contento por ganar el título porque "a cualquiera le gusta ser campeón de España de su país. Hemos tenido un mal momento en el segundo set pero lo hemos superado".

En el torneo femenino se alzaron con el título las hermanas Rodríguez tras imponerse en la final a la pareja gallega formada por Laia Álvarez y Andrea Colinas por 3-6, 6-4 y 6-3.

Las mellizas andaluzas, de 17 años, se sobrepusieron a la pérdida del primer set y terminaron imponiéndose en el último partido de un campeonato presidido por la polémica y boicoteado por varias jugadoras en protesta por considerar que las mujeres no recibieron de la organización el mismo trato económico que los hombres.

La polémica surgió al conocerse que la empresa organizadora (Urban Events) ofreció dinero a varios jugadores por participar, fuera de los premios oficiales, que eran los mismos en hombres y en mujeres.

La Federación Española de Pádel (FEP) emitió, antes del comienzo del torneo, un comunicado en el que admitió que desconocía una iniciativa "totalmente ajena", y explicó: "Es una práctica habitual en muchas disciplinas deportivas que se enmarca en las relaciones de empresa, patrocinadores y jugadores que persiguen incrementar la visibilidad del espectáculo deportivo y reforzar con ello la apuesta que hacen por este campeonato".

La federación defendió un "trato igualitario" entre jugadores y jugadoras: "La FEP tiene definido un tratamiento igualitario de la competición masculina y femenina del Campeonato de España de Pádel que se traduce en un reparto de 60.000 euros de forma igualitaria entre los cuadros masculino y femenino".

También exigió "el cese de las presiones desproporcionadas y las advertencias intimidantes que están recibiendo estas jugadoras (las que habían decidido jugar el Campeonato) y que persiguen provocar su incomparecencia en el torneo, como ya ha ocurrido en algún caso".

La Federación aludía al caso de la jugadora Bea Bilbao, que en su cuenta de Instagram denunció "presiones y amenazas directas o indirectas a nivel personal y profesional por parte de otras jugadoras" que la llevaron a retirarse del torneo.