Cuando el nivel de los objetivos crece, las expectativas y la presión pueden provocar efectos de lo más variado en los protagonistas: algunos se atenazan, otros se estimulan. El Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad está actualmente tercero en la clasificación de Primera División, por detrás del Barça y el Inter. Para Pablo Del Moral, uno de los referentes del grupo, la explicación a este hecho está clara. "Venimos trabajando muy bien y los resultados positivos te refuerzan para seguir motivados, trabajando y sabiendo que este es el camino a seguir", afirma el mostoleño en las vísperas de la visita a Córdoba del Industrias Santa Coloma (sábado, 20.00 horas), un clásico que lleva tres décadas en la élite del futsal. Otra evaluación de alto calibre para los blanquiverdes.

Del Moral, como deportista con experiencia, sabe que el azar tiene su parte de incidencia, pero que básicamente todo se reduce a una ecuación de causas y consecuencias. El cierre, que está cuajando un arranque de campeonato más que notable -enlazando con su formidable tramo final del curso anterior-, advierte que "no hay rival fácil en esta Liga y eso se está comprobando con los resultados, que están siendo muy parejos". Esa certeza conlleva un estado de alerta permanente. "Todos los equipos son muy fuertes y no te puedes confiar ante nadie", recalca, por lo que el equipo "tendrá que estar concentrado todo el partido para quedarse con los tres puntos".

La alianza con la grada, factor clave

Porque ese y no otro es el desafío del Córdoba, que con el retorno del público a las gradas del pabellón quiere vivir de nuevo las jornadas mágicas anteriores a la pandemia. Del Moral, que cumple ya su tercer curso de blanquiverde, sabe bien el efecto que puede tener en el rendimiento en la cancha la energía que se traslada desde el entorno. "Para nosotros Vista Alegre tiene que ser un fortín y no se puede escapar ningún punto con nuestra afición", expone. En la primera comparecencia liguera se reeditó esa comunión en una jornada triunfal: 4-2 ante un Palma Futsal que llegaba luciendo los galones de líder.

El Santa Coloma, equipo en el que militó Del Moral entre 2015 y 2018, es "un gran rival", que "presiona muy bien arriba, con una defensa muy fuerte". El mostoleño admite que, pese a llevar ya tres años en Córdoba, cada vez que cruza con camino con el equipo catalán siente algo especial. "Mantengo muchos amigos entre la directiva, los jugadores y el cuerpo técnico, por lo que siempre es bonito enfrentarte a ellos", confiesa.

El arranque cordobés ha prendido la llama de las expectativas ante el "salto de calidad" al que se han referido en más de una ocasión los constructores de la plantilla. La presencia en la zona alta después de tres jornadas, con dos victorias ya sumadas -la más reciente el rotundo 1-4 en Burela-, no provoca una alteración emocional negativa en Del Moral. "Más que vertigo, ilusiona. El verte ahí arriba es reflejo del buen trabajo. No creo que pensemos más allá del próximo partido ante el Santa Coloma, pero a mí me ilusiona", reconoce el jugador madrileño, quien se declara "contento" por su inicio, aunque "los resultados son los que mandan" y "cuando el equipo está bien y gana es porque todos estamos haciéndolo bien en nuestra parcela".