El pasado fin de semana no se le olvidará fácilmente a Andrea Baena. La jugadora, nacida en Puente Genil, debutó en la Liga Iberdrola defendiendo la elástica del Sporting de Huelva. La disputa de esta 33ª jornada liguera se decantó a favor de las sureñas gracias al 1-3 que reflejó el tanteador contra el Eibar y la cordobesa tuvo la oportunidad de saltar al verde en el cuarto de hora final. Dicha circunstancia le produjo “mucha emoción e ilusión” y agradeció al cuerpo técnico -compuesto por Jennifer Benítez y Rubén Santiago- la ocasión de escribir su nombre como futbolista de la máxima categoría nacional. 

Al plantel onubense le restan por delante dos citas para cerrar el curso 2020-21. Este jueves se enfrentarán, a domicilio, ante el poderoso Fútbol Club Barcelona mientras que el último duelo acontecerá, en casa, contra el CD Santa Teresa. Baena, que habitualmente figura en el filial -recientemente descendido en el Grupo 4 de Liga Nacional-, sigue trabajando con el primer equipo y reconoció estar “preparada y dispuesta” para viajar o jugar nuevamente. “Los minutos que me ofrezcan y lo que pueda aportarles, bienvenidos sean”, aseveró. 

Sus inicios en Puente Genil y Montilla 

Baena, que cumplió 23 años el 22 de mayo, arrancó su trayectoria en Puente Genil. “Entré en el Salerm de la mano de Julián Estrada. Estaba jugando en la Liga de colegios, me vio y fue a hablar conmigo para recoger mis datos. Me fui a mi casa súper contenta para contárselo a mis padres. Ellos también estaban felices y orgullosos de mí porque era un paso muy grande”. De hecho, Andrea se convirtió en “una de las primeras jugadoras que entró en ese club”, motivo para estar más que satisfecha. Tampoco dudó en dar las gracias “una y mil veces” tanto al propio Julián como a Tino Navas por su apuesta firme y decidida en sus servicios. 

La centrocampista, con recorrido en la mediapunta, se desplazó a la provincia de Huelva hace tres años por motivos académicos. “Llegué para estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF). En ese momento me encontraba en el Paquillo Moreno de Montilla. Durante mi primer año iba y venía todos los fines de semana para jugar, pero una vez estuve ya aquí empecé a entrenar con el Sporting para no perder sesiones. Un día me observó Jeny y me firmaron para el B”, explicó. 

La necesaria “visibilidad” del fútbol femenino

Sobre su futuro, la pontana reconoció que estaba “a la espera de ver cómo sigo mi carrera” una vez finalice la campaña. Le gustaría “seguir dando pasos hacia adelante” y “trabajar día a día” como lleva haciendo desde pequeña “con esfuerzo y constancia”. Esa labor de todas las mujeres que se dedican al balompié propició que la Primera División sea considerada profesional. “Están cambiando las cosas y vamos un poco más hacia arriba. Todas las niñas que están y las que vienen deben luchar porque tarde o temprano estaremos casi al mismo nivel o al mismo”, subrayó. 

Por último, al ser preguntada sobre qué necesitaría Córdoba para una mayor presencia de jugadoras en la élite -otro referente es Rocío Gálvez, del Levante UD-, Baena pidió “visibilidad, no solo en la televisión en España, sino en el mismo Córdoba, en Andalucía”. Bajo su criterio “hay muy buenas futbolistas que pueden aportar muchísimo en cada equipo que vayan” merced a su dedicación.