U na semifinal digna de la Copa, una competición revalorizada en los últimos años. Será la número 58 del Barça y la 32 del Atlético, que coinciden, a partir de hoy (21 h.) por séptima vez en la antesala de la final. El ligero desequilibrio histórico favorable a los colores azulgranas en la Copa queda eclipsado por las dos eliminatorias de Champions ganadas por los rojiblancos que, en ambos casos, aprovecharon la ventaja de poder decidir en casa.

No será así esta vez. El Calderón acoge el partido de ida, donde Diego Simeone ha logrado las dos únicas victorias sobre el Barça en 18 enfrentamientos: 1-0 en el 2014 y 2-0 en el 2016. Del mismo modo que el técnico argentino contempla que la eliminatoria dura 180 minutos, Luis Enrique solo piensa en los primeros 90, fiel a su idea de gestionar cada partido individualmente y ganar. Pero el técnico también anda con un ojo en el futuro. Al menos, en sus previsiones para gestionar a sus jugadores desde un punto humano y deportivo: lo hace mediante las rotaciones en el equipo, de lo que se considera un devoto. La ambición de ganar allí donde sea no cambia.

CAMBIOS Y FIJOS / Siempre ha creído en ellas como una forma de mantener activados e ilusionados a todos los jugadores con la posibilidad de aparecer de vez en cuando en el equipo y, además, las considera necesarias, casi obligatorias, para aspirar a ganar títulos. «Si no roto, no llegamos al 15 de febrero», dijo.

Un anuncio encubierto para adelantar que habrá cambios. Uno, indiscutible, en la portería. Jugará Cillessen porque se trata de la Copa, ya que Ter Stegen, el titular de la Liga, además, no va convocado. Otro será el de Lucas Digne, titular ante el Betis, con molestias en la rodilla izquierda. Tan claras son esas sustituciones como aventurar que la delantera será la única línea libre de movimiento: Messi, Suárez y Neymar no rotan.

SILENCIO POR LOS AUSENTES / «Entre bajas, sanciones y cansancios, o rotas o la cosa se complica; aun rotando se complica también...», explicó Luis Enrique de los cambios forzados que debe hacer, aunque no quiera. «Rotaré en todos los partidos que pueda». Podría anunciarse también la reaparición de Umtiti en el eje de la defensa -«ha mejorado el nivel que tenía en el Olympique», aseguró, admirado por la rápida adaptación del defensa francés- y la de Mascherano en el eje del centro del campo en lugar de Busquets. Ni Busi ni Iniesta se han recuperado a tiempo. Un largo silencio antecedió a la respuesta del entrenador sobre si el equipo notaba las ausencias. No es el momento de hablar de los que no están, estoy contento con todos», contestó. Rafinha ocupó el vacío de Digne en la lista y Masip sustituyó a Ter Stegen,

Esos relevos figuran en el capítulo de «matices» con los que puede sorprender a Simeone. «Para sorprendernos uno a otro deberíamos hacer cosas diferentes, pero no veo a Simeone cambiando mucho y yo no voy a cambiar», afirmó Luis Enrique, que dejó la puerta abierta a «los detalles» o retoques. «No pienso en una eliminatoria de dos partidos; pienso en un partido de 90 minutos y en ganarlo, y todo pasa por marcar un gol», consideró.

El técnico utilizó ayer el vídeo para ilustrar a sus futbolistas de las virtudes del Atlético. El que defiende y el que ataca. Recurrió a las dos últimas citas ante el Atlético: la vuelta de la Champions de la campaña pasada (2-0), que supuso la eliminación azulgrana, y la visita rojiblanca en la Liga al Camp Nou (1-1).