El Córdoba B afronta mañana una de las visitas más asequibles de las que presenta el grupo IV de Segunda División B. El segundo equipo cordobesista visita el campo del Arroyo, un rival metido en los puestos de abajo. Sin embargo, y aunque la victoria volvería a meter al filial de lleno en la lucha por la clasificación, José Antonio Romero, el entrenador de los canteranos, cree que el conjunto extremeño es “muy fuerte en su campo y, además, herido. Querrá reivindicarse con la máxima ambición espero un partido comprometido. Ellos nos consideran un rival directo”. No en vano, el Arroyo logró la permanencia en El Arcángel en la última jornada de Liga, una vez ya que el B se había salvado una jornada antes en Albacete.

Para el choque, Romero ha citado a:

-Porteros: Jon y Sillero.

-Defensas: Cristian Márquez, Fran Serrano, Uxio, Toscano y Antonio Lucena.

-Centrocampistas: Jonathan, David Álvarez, Damián, Sebas Moyano y José Fran.

-Delanteros: Alberto Quilles y Juanfran.

El técnico no puede contar con César Morgado, sancionado, con lo que estará obligado a retocar la primera línea, presumiblemente, bajando a Uxio al centro de la zaga. No ha llegado al duelo Florin Andona, que sale de lesión y se esperaba su participación más con el primer equipo que con el segundo. También se pierde el duelo Dani Hernández, con lo que Sebas Moyano podría volver a tener el protagonismo perdido esta temporada, aunque tampoco estaba el de Zamora la pasada jornada y el de Villanueva entró casi en el descuento.

Pérdida de protagonismo

Sebas Moyano llegó al club en la campaña 2012/13, cuando el filial comenzaba a acaparar focos en su pugna por el liderato del grupo X de Tercera y, posteriormente, con la disputa de la fase de ascenso. El mediapunta no jugó aquel años con Pablo Villa aunque, sin embargo, el técnico de Alcorcón en cuanto tomó las riendas del primer equipo comenzó a contar con el de Villanueva, hasta que el chaval, aún en edad de cadete, supo aprovechar su oportunidad en un amistoso en Palma del Río ante el Real Madrid Castilla.

A lo largo de la temporada, Sebas siguió contando para los amistosos y era frecuente verlo en los entrenamientos del primer equipo. Durante la primera vuelta fue titular en el segundo equipo. En navidad, el presidente del Córdoba, Carlos González, desveló que el chico ya había sido vendido a un fondo de inversiones, aunque seguía siendo cordobesista. También llegaron Javi Cabezas y Damián para terminar de desplazar al mediapunta que, en el filial empezaba a actuar como interior diestro y nunca terminó de completar ese periodo de readaptación.

"Es un jugador al que se le adelantó su período deportivo y, por lo tanto, lo que no queremos es que él no se llegue a consolidar deportivamente. Hay que tener en cuenta que aún le queda otro año de juvenil y se encuentra ahora en ese estado de maduración mental para que se vaya sintiendo lo más fuerte posible. Lo que intentamos por todos los medios es protegerlo y que en ningún momento se salga de los parámetros para que no tenga ningún problema en los umbrales que pueda ocasionarle las acciones deportivas y el apartado deportivo", dijo ayer el entrenador al ser preguntado por el asunto.

Tres cuartas partes de lo mismo ha pasado con José Antonio González. También sedujo en el arranque de la pasada campaña, aunque él sí se mantuvo como suplente discontinuo a lo largo de todo el año. Sin embargo, esta temporada solo ha gozado de dos titularidades y el 19% de los minutos. Más o menos igual pasa con Antonio Lucena.

Y es que los canteranos han perdido protagonismo, en líneas generales, en el filial. Paradigmático es el caso de Sillero, que aún no ha saltado al terreno de juego desde que llegara Razak al club para posteriormente dejar su puesto a Jon Villanueva. Solo Fran Serran y un recuperado Jesús Toscano son indiscutibles en este Córdoba B.

Sin adaptación

Y si los canteranos han perdido protagonismo, otros, directamente, no lo han tenido nunca. Es el caso de Austin Eaton. Procedente del Derby County, fue quizás el fichaje de más renombre para reforzar al segundo equipo, pero nada se ha dado como al jugador o al club le hubiesen gustado.

"Sigue en su período de gestión propia de adaptación. Ten en cuenta que ahí se abren varias vertientes: la social, la deportiva y todo lo que es el día a día. Le cuesta trabajo y esa suma está dando un inconveniente que no está dando el rendimiento que nosotros querríamos en todo momento", subrayó ayer Romero.