La visita del Lucena al histórico Estadio Ramón de Carranza siempre es un atractivo para la plantilla y seguidores celestes desde que el Cádiz camina por el purgatorio de la Segunda B, pero en esta ocasión parece que la afición lucentinista apenas se va a dejar notar en la Tacita de Plata, puesto que su equipo apenas le está dando motivos para ilusionarse.

La semana en el seno del Lucena ha sido un tanto convulsa tanto en lo deportivo, como en lo económico e institucional, toda vez que el lunes la directiva que preside Eduardo Bouzón anunciaba a la plantilla y cuerpo técnico la dificultad para cumplir los compromisos de pago, con lo que los dirigentes pidieron un esfuerzo a los profesionales para bajarse sus escasos emolumentos sin que por el contrario haya fecha para cobrarlos. Ya se adeudan las nóminas de octubre y noviembre y en el horizonte próximo no hay previsto que los inversores madrileños desembolsen más dinero hasta que no tengan atado el compromiso del Ayuntamiento de Lucena de percibir la tradicional subvención municipal. La próxima semana se aprobarán los presupuestos municipales de 2.015 y en ese momento se sabrá si finalmente el PSOE y PP apoyan al Lucena, ya que IU ha anunciado que se va a negar a la ayuda. En caso de eliminarse la subvención, Bouzón ha anunciado que no quedaría otro remedio que presentar el preconcurso de acreedores en el Juzgado de Lo Mercantil, lo que podría situar a la entidad al borde del abismo.

Con estos problemas, es muy difícil de plantear con optimismo el desplazamiento más arduo de toda la temporada. Para colmo, el entrenador del Lucen, Juan Arsenal, ha tenido que convocar a 17 futbolistas, toda vez que serán duda hasta el último momento el capitán Sarmiento, que ya no pudo jugar ante el Villanovense por secuelas en los isquiotibiales, y Poley, que tuvo que retirarse del entrenamiento del viernes antes de tiempo con molestias en el cuádriceps. Además, se quedan en tierra una semana más por lesión Santacruz y Chirri, así como Rafa Villanueva, que ha sido suspendido con un encuentro por acumulación de amonestaciones, y el lateral Vega por decisión técnica.

Para conformar la alineación titular, Arsenal espera contar con Sarmiento en el eje central de la defensa, por cuanto sólo tiene en esa posición a Domingo. Si no fuese así, el lateral Sergio Albiol cambiaría su posición. En la línea medular, la ausencia de Poley provocaría una oportunidad para el argentino Maxi Sepúlveda o el nobel Caballero.

Por su parte, el Cádiz, pese a ser el equipo más poderoso de la categoría con un presupuesto de 3,5 millones de euros frente a los 300.000 euros del Lucena, no está demostrando su poderío en los terrenos de juego, de ahí que esta semana haya sido cesado su entrenador, Antonio Calderón, quien ha sido relevado por Claudio Barragán, un viejo conocido de la afición lucentinista, porque hace tres temporadas ascendió a Segunda A con la Ponferradina tras eliminar en la segunda ronda de la promoción de ascenso al Lucena y más tarde al Tenerife.

En el conjunto cadista no podrán participar los defensas Josete por sanción ni Óscar Rubio por lesión, pero el nuevo entrenador recupera a los veteranos Arregui y Juan Villar.