Se aproxima el mercado de invierno y todos los equipos comienzan a planificar para compensar aún más sus plantillas, ya que para mantenerse firmes y con ciertas garantías en la carrera de fondo que exige el último tercio del campeonato es necesario mantener un buen equilibrio en las plantillas, mejorarlas y hacerlas más competitivas si cabe. El objetivo, adelantarse en las adquisiciones a equipos rivales, valorando, siendo justo e implacable a la hora de realizar cualquier incorporación. Es fundamental equivocarse lo menos posible, puesto que cuando los clubs sobrepasen el final de la barrera del mercado invernal, ya no hay vuelta atrás. El equipo que tenga más intuición y sepa mirar más lejos que el contrario para buscar y adivinar caminos diferentes será el que tenga más posibilidades de éxito.

El Córdoba CF (según publicó en este periódico Ignacio Luque y la web oficial del club) presenta unos beneficios de unos 822.000 euros. El dinero destinado al coste de la primera plantilla es de unos 3.099.000 euros (10% menos que la temporada anterior). Pero, ¿es hora de fichar, apostar por la cantera, o ambas cosas?

En Europa, la inversión total en fichajes en el mercado de invierno de la temporada anterior creció un 11,8% (hasta 303 millones de euros). La inversión en fichajes en la Liga BBVA se situó entre las más bajas de los últimos 14 años, a la cola de Europa (también mostró tendencia a la baja la Liga Adelante). Por tercera vez durante los últimos cuatro años, los ingresos por ventas de jugadores superaron la inversión en compras (cada temporada hay mas clubs vendedores, que han optado por potenciar y apostar por un proyecto serio de cantera). Equipos como el Athletic de Bilbao no acudieron al mercado de invierno ni para contratar ni para desprenderse de jugadores, y en caso de lesión grave siempre acudió y apostó por las incorporaciones de jugadores de la cantera.

Bien es cierto que 18 de los 20 equipos de la Liga BBVA (encabezados por el Granada) aprovecharon el mercado de invierno para desprenderse de jugadores e intentar corregir los desaciertos en las adquisiciones de principio de temporada (a veces muy buenos jugadores no logran adaptarse a la ciudad, el entorno, o incluso necesitan más tiempo que exigencias inmediatas tiene el club). Esta es una de las claves y a tener en cuenta a la hora de firmar y apostar por cualquier incorporación.

Es cierto que en los clubs las metas específicas y difíciles llevan a rendimientos mejores que las fáciles y ambiguas, pero también es cierto que a veces no hay mayor riesgo que no arriesgar. Debido a la crisis económica la mayoría de los clubs están implantando como solución dar mayores opciones a los aficionados para que sean consumidores potenciales del producto que les ofrece su club (los aficionados son un activo a potenciar en los valores del club). También como objetivo principal y proyecto de futuro los clubs trabajan a nivel europeo con proyectos a largo plazo para ir formando futuros cracks, porque no es malo recordar que en cada fichaje o incorporación de las categorías inferiores al primer equipo, el club está invirtiendo de cara al futuro, y de ese va a depender la supervivencia del club, que es el que sobrevive y está por encima de todo y de todos.