Valero Rivera, el segundo seleccionador capaz de llevar al combinado español a un título mundial (Juan Carlos Pastor lo hizo en Túnez en el 2005), está pensando seriamente en dejar su puesto en el momento más álgido de su carrera, a punto de cumplir 60 años. "Sé lo que me pide el corazón, pero pronto cumpliré 60 años y ya he hecho demasiadas cosas con el corazón", aseguró ayer en RAC 1 Valero Rivera, que dejó en el aire la decisión definitiva sobre su futuro en los banquillos: "Quiero pensarlo tranquilamente y ver qué es lo mejor. No lo tengo decidido".

Las críticas recibidas por la confección de la lista de seleccionados y, sobre todo, por su condición de representante de jugadores --difícilmente compatible con el puesto que ocupa ahora-- pueden influir en su decisión final. "Han pasado muchas cosas en los últimos años", aseguró ayer, y añadió: "Entiendo que todo el mundo pueda hacer su selección. Lo que no entiendo es que las cosas se digan con la idea de hacer daño. Me sabe mal porque es de gente de aquí".

Valero Rivera comandó un combinado en el que siete de los 16 selecionados están representados por Valero Rivera Asesoramiento Deportivo SL. Tras la lesión de Cristian Ugalde en la fase de preparación, el técnico llamó para el Mundial al joven azulgrana Aitor Ariño, suplente del suplente de Juanín García, máximo anotador histórico de la selección y apartado ya del equipo español en los pasados Juegos Olímpicos de Londres.

Al margen del futuro del seleccionador español (pendiente también del nuevo presidente que salga elegido en la federación española), la exhibición de España en la final del domingo en el Palau Sant Jordi de Barcelona, con un 35-19 sobre Dinamarca (la diferencia más amplia en una final mundialista), ha levantado una oleada de elogios al equipo español. Elogios unánimes, mezclados con ataques furibundos de la prensa danesa por el sorprendente y pobre desempeño de su selección. "Catástrofe", "vergüenza" y "colapso" son algunas de las palabras elegidas para explicar su humillación. "Los comparsas más ridículos del mundo", titulaba ayer el diario Berlingske Tidende . "Vergonzosa paliza", añadía el Politiken , que en la crónica se refería a la actuación de los jugadores como "sorprendente, con una casi grotesca sucesión de fallos técnicos, tiros errados y pases horribles".

La tristeza visitante no evitó el reconocimiento de la merecida victoria del equipo anfitrión. "Nunca había visto a un equipo jugar así. No sé qué ha pasado, no hay tanta diferencia entre los dos equipos, pero España ha querido más el oro", aseguró el danés Jesper Noddesbo, jugador el Barça. Mikkel Hansen, considerado el mejor jugador del mundo, reconocía: "Hemos perdido contra un equipo que ha jugado mucho, mucho, mucho mejor que nosotros en todas las fases que hay en balonmano".