Fue un discurso de amigo, de capitán y de culé. De amigo del alma porque Andrés Iniesta y Víctor Valdés llevan toda la vida juntos. Se conocieron siendo niños en La Masia antes de convertirse en estrellas en el Camp Nou. "No hablamos de un jugador de fútbol sino de una persona, lo echaré mucho de menos cuando no esté", dijo ayer Iniesta. De capitán porque recordó que por encima de cualquier decisión individual prima el Barça. "Sería un error empezar a tirarnos piedras contra nosotros mismos, la gente es inteligente, Víctor es nuestro portero", subrayó. Y fue un discurso de culé: "No es fácil decir que no a este equipo, a este club y en este momento... El Camp Nou será agradecido con Víctor, no lo dudo".

A Iniesta no le resultó fácil hablar de la marcha voluntaria de su amigo. Han recorrido un largo camino desde las interminables tardes y noches en La Masia soñando con compartir algún día el privilegio del Camp Nou. El sueño ha superado cualquier realidad que pudieron imaginar entre aquellas centenarias piedras, a la sombra del estadio. Una década juntos formando parte del mejor Barça de la historia. Lo nunca visto antes. Y quién sabe si se volverá a ver algún día.

"EL MEJOR DEL MUNDO" // Dibujaron tantas ilusiones juntos que no intuyeron que se pudieran realmente cumplir. Tres Champions, cinco Ligas, dos Mundiales de clubs, un Mundial y una Eurocopa con España, el ascenso a la leyenda... "Cuando sale la noticia todo el mundo habla en caliente, pero hay que analizar esa situación de una forma más natural", comentó Iniesta. "Víctor empezó aquí con 10 años, ha pasado por todas las categorías, con su trabajo en el campo se ha hecho titular indiscutible. Ha pasado momentos muy duros y los ha superado", argumentó Iniesta antes de lanzar su primera petición al entorno del club.

"Esa situación de traición y de desagradecimiento me gustaría que se convirtiera en agradecimiento. Los títulos del Barça no se entenderían sin Víctor", recalcó en varias ocasiones Iniesta, considerando a Valdés como "el mejor portero del mundo y no solo para mí sino para muchas personas. Su implicación será del 200 por 100", aseguró.

Mientras el capitán Carles Puyol rubricará esta tarde en las oficinas del Camp Nou el contrato que le unirá al Barça hasta el 2016, luego le tocará a Xavi y Messi, Valdés sigue refugiado en el silencio. Tomada la decisión más dura de su vida, prefiere volcarse en el balón, en la portería, en el juego. "Tras el impacto inicial de la noticia, tenemos que agradecer que haya estado tanto tiempo aquí y le haya dado tanto a este club", reiteró Iniesta, amigo, capitán y culé. "Cada uno es dueño de su vida si puede serlo, no hay nada que reprochar", aseguró el albaceteño.

Por eso, se puso serio cuando se le preguntó si temía el domingo por la reacción del Camp Nou. "La calidad y trascendencia de Víctor en este equipo está de sobras visible a ojos de todo el mundo. Hay que seguir aplaudiéndole. La gente es inteligente. Hay que seguir disfrutando de él. Mi portero es Víctor y será hasta el ultimo dia que no este aquí", finalizó diciendo Iniesta, al que se le notaba que la futura ausencia de su amigo Víctor Valdés no le gustaba.